Según informes del Registro Nacional de las Personas, son más de 600 mil nuevos votantes que asistirán a las urnas, muchos de ellos muchachos y muchachas que están desencantados con la política tradicional

El abstencionismo en los procesos electorales se ve fuertemente marcado en los grupos de jóvenes con una edad promedio entre los 18 y 30 años, este sector se muestra apático a participar de las actividades políticas del país y se estima que entre un 60 y 70 por ciento no participan de los comicios, detalla Lester Ramírez, coordinador de Transparencia Internacional de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).

Honduras es el país de la región centroamericana donde este fenómeno se experimenta con mayor fuerza y lo que demuestra, que los jóvenes están desencantados con la política. “No hay un vínculo entre el político y el joven y este es un gran reto que tienen las instituciones políticas que piensan que por llevar rostros frescos en sus planillas captarán la atención de este grupo que sigue viendo con indiferencia el proceso electoral” apunto Ramírez.

Renovación Es primordial cambiar las élites políticas para que sean incluyentes y que muestren interés por los problemas del pueblo y es ahí, donde los jóvenes pueden incursionar en estos espacios, pero no solo para ser caja de resonancia de sus partidos destaca el entrevistado, ya que esto promueve la apatía y no se resuelve el problema del abstencionismo. Millenials Las personas nacidas entre 1980 y 1996 quienes, a pesar de no ser nativos digitales se caracterizan por su familiaridad con el Internet y las nuevas tecnologías individualistas, poco religiosas, con conciencia global y medioambiental.

Generalmente este grupo se torna apático a los temas políticos y enfrentan crisis política, económica sumado a ellas, la pandemia, revela un estudio hecho por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), realizado en 2020.

Desesperanza La falta de oportunidades tanto de estudio, trabajo y acceso a la salud son factores que tienen una influencia determinante en la participación o el interés de los jóvenes en el país y al verse sin un futuro, se ven forzados a emprender la peligrosa ruta migratoria, el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH) ha señalado en reiteradas ocasiones que Honduras no solo exporta mano de obra, también hay fuga de cerebros que son los profesionales que se van del país, porque a pesar de contar con un título universitario no encuentran empleo. Desigualdades La brecha entre ricos y pobres se ve cada día más acentuada, más del 70 por ciento de la población hondureña vive en pobreza y más del 40 por ciento en extrema pobreza, estos datos lejos de disminuir y de lograr una equidad social, va marcando y aniquilando a la clase media.

Indiferencia Los jóvenes no se sienten motivados de participar en los procesos electorales porque sienten que estos no representan una solución a sus demandas y también ven con preocupación la poca transparencia de cómo se desarrollan los mismos, es por eso que esta apatía se incrementa, relata Eva Muñoz, una joven periodista que considera urgente, dar un cambio a las prácticas oscuras de la clase política que carece de ética y valores.

Novedades Los partidos políticos han optado por llevar en sus planillas personas nuevas y jóvenes para identificarse con este grupo. María Teresa Álvarez, precandidata a diputada por el Partido Liberal, manifiesta que “Me dediqué a participar en la política cansada del hartazgo, pero no se debe quedar solo en la queja se debe participar de la democracia saliendo masivamente a votar, esa es la única opción de vencer el fraude y eso los jóvenes lo deben entender, deben saber que hay que luchar desde adentro y no buscar soluciones fuera de Honduras”.

Todavía, el panorama electoral no es claro y las desavenencias que se dan en el Consejo Nacional Electoral, generan mayor incertidumbre y confusión en la población que no se siente motivada a ejercer el sufragio a pocos días de que se lleve a cabo los comicios primarios de las tres fuerzas políticas del país.