Nos adentramos en un tiempo donde nos preparamos para vivir la Pascua. Son 40 días que debemos transitar para llegar a reflexionar la pasión, muerte y resurrección de Jesús, pero para alcanzar a entender el verdadero significado de la Cuaresma, hay que lograr ejercitar dos acciones concretas: pedir perdón y saber perdonar.

El Padre Cecilio Rivera, vicario de la Basílica de Suyapa, opina que la palabra perdón, significa dejarnos amar por Dios. “Es una virtud que cuesta lograrla, es un proceso de sanación donde hay que seguir una serie de etapas. Primero reconocer que se ha ofendido a alguien y saber expresar esa frase y aceptarla para no caer en resentimientos” expresó el presbítero. Reflexionar Asimismo, el Padre Ricardo Sevilla Chiang, canciller de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, explica que “El pecado nos lleva a perder la relación con Dios y con el prójimo, pero para entender esto, debemos comprender que es la misericordia del Padre Celestial, la cual podemos encontrar si somos capaces de perdonar”.

Al igual, el presbítero detalló que “pedir perdón o absolver, va a depender de las destrezas que hemos adquirido en el recorrido de nuestra existencia y que dependerá de la acción que hagamos para poder cumplir esas palabras, las que en esta realidad que vivimos hoy en día, hace falta ponerlas en práctica”. Tranquilidad En la actualidad, el mundo vive la realidad de una enfermedad en la que se han enlutado varios hogares; un panorama en el que muchas familias, en un abrir y cerrar de ojos, pierden a un ser querido a causa del virus.

La psicóloga Maribel Plata, piensa que “Lamentar la pérdida de un familiar de manera sorpresiva, es una lucha por mantener la paz y la armonía familiar, ya que a veces estas situaciones hacen que existan las discordias entre los miembros del núcleo”. La especialista agrega que “ante tantas situaciones dolorosas, es idóneo ejercitar el diálogo, conocer lo que hace que existan problemas y promover la práctica del perdón”.

Para Dunia Molina, predicadora católica, lograr fortalecer el perdón es indispensable en este tiempo. “Debemos recordar que si Jesús perdonó nuestros pecados, quienes somos nosotros para no perdonar. Debemos practicar la misericordia y la reconciliación, que no es fácil lograrlo, pero se puede”. Molina añade que “estamos rodeados de tanta negatividad, rencor y tristezas, pero la clave para vencer estos problemas, es reconocer que tenemos a Jesús como el Salvador”.

1 Perdón

Es la voluntad sincera y amorosa de eliminar respuestas destructivas, causadas por pensamientos y sentimientos negativos hacia quienes han cometido una ofensa o un mal acto en contra nuestra, renunciando ante todo al deseo de venganza. Este es un valor que cuesta aceptarlo y ponerlo en práctica.

2 Perdonar

Significa apaciguar la ira interior que queda tras el daño recibido. Eliminar la sed de venganza, el dolor ajeno, supone restablecer el equilibrio emocional. Perdonar es aceptar una disculpa y no guardar rencores que, a la larga, terminan afectado el alma y no se vive en paz.

3 Reflexionar

Para perdonar, hay que descubrir porque debemos poner en práctica esas palabras y reflexionar para entender que, si queremos tener paz y vivir este tiempo, es necesario saber que siente nuestro corazón y si estamos dispuestos a seguir a Jesús, pero limpios de resentimiento.

4 Cuaresma

Durante la Cuaresma, el perdón ocupa un lugar central en el proceso de conversión y de preparación hacia la Pascua. Esta práctica es la disposición interior de abandonar el resentimiento, el juicio negativo y el comportamiento indiferente hacia el ofensor.

5 Consejos

 Para conseguir paz interior, se puede hacer desde la intimidad del corazón, con un gesto, una oración, o buscar en las Sagradas Escrituras versículos que lleven a la persona a reflexionar sobre lo importante de poner en práctica el perdón y perdonar.

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