Con una altura de 33 metros, más la corona de dos metros y el pedestal de 16 metros; la imagen de Cristo Rey en esta localidad al noroeste de Polonia se considera la estatua en honor a Cristo Rey como la más alto del mundo.
Según información de medios locales el párroco, Sylwester Zawadzki, quiso en principio “Una estatua para jardín”, pero la obra “Se le fue de las manos” y termino siendo una obra que supera al Cristo Redentor de Río de Janeiro de 30 metros de alto y al Cristo de la Concordia de Cochabamba con 40 metros de altura; ambos casos incluyendo pedestal.
Más que una noticia curiosa, para el Padre Zawadzki, la obra esta revestida de un signo de esperanza tanto en lo social y personal: En lo primero, dice el religioso la capacidad de resistencia y recuperación de un pueblo bien anclado en sus raíces. Décadas de opresión y exterminio socialista no consiguieron sacar al Señor de sus corazones. Y aunque los primeros años de la recién recuperada libertad parecía que iban a llevarse por delante su catolicismo “No ha sido así”. Gracias a Dios, un inmenso Cristo coronado y que se acoge como acción de gracias; es una imagen que transmite muy bien.
Para lo segundo, acota el párroco “Es como una muestra tierna de corazón enamorado”. Habrá quien, en plan de Judas, diga “no sería mejor venderlo y darlo a los pobres”(San Juan 12, 5); pero la persona que quiere con ternura hace esas locuras. Y ahora que un párroco quiso y pudo, el pueblo le aplaude, concluyó.