Monseñor Guido Charbonneau celebra ocho años de pastorear la diócesis de Choluteca, un pastos valiente al tomar decisiones iluminado por la gracia de Dios y el acompañamiento de la Virgen María en su Inmaculada Concepción.
El Obispo de Choluteca es parte de la comunidad de padres Javerianos, que hay en el país y que se entregan a su comunidad por el amor a servir. A monseñor Guido se le conoce como “el embajador de la ternura en Honduras” por esa paciencia, ese carisma que refleja y ese don de ayudar en todo momento.
Pasiones
Parte de esas pasiones que llena de alegría al obispo son; leer las Sagradas Escrituras, meditarla, tener ese contacto con la gente, en principal con el más pobre, trabajar con los jóvenes y ayudarles a seguir por el mejor camino.
Monseñor Guido, que actualmente es obispo de la Diócesis de Choluteca, cuanta que llegó a Honduras, por una gracia del Espíritu Santo, ya que el estaba asignado para ir a radicar y servir al pueblo de Cuba, pero de manera imprevista lo mandaron a Honduras, y lo cual está muy agradecido con Dios y la Virgen. Hoy Monseñor se encuentra en su natal país Canadá, y por motivos de la pandemia mundial, no ha podido regresar a servir a su diócesis que tanto ama. Felicidades Monseñor Guido por esa entrega a su pueblo de Honduras.
