La Eucaristía de este viernes 26 de junio en la Basílica Nuestra Señora de Suyapa, fue oficiada por el padre Rodolfo Varela en su homilía al referirse al Evangelio, expresó “el Señor Jesús nos está dando un ejemplo de cómo debemos vivir esta pandemia, esta situación del coronavirus”.
El padre Varela manifestó “ya se dio lamentablemente desde el inicio de la pandemia muchos casos de discriminación, incluso se dieron algunas protestas en algunas ciudades y en algunos poblados, que no querían que sus casas de retiro que había ofrecido la Iglesia, sirvieran como centro de refugio para las personas que estaban infectadas con el coronavirus o para que sirvieran de cuarentena de aquellas personas que eran sospechosas”.
Pareciera que estuviéramos viviendo otra vez la época de Jesús sostuvo “la época del pueblo de Israel de donde se discriminaba al leproso, ¿cómo se trataba al leproso en aquella época?, se le ponía una campanita en el cuello o tenía andar con una campanita en la mano y andar tocándola, cuando se acercaba a un lugar donde había gente y eso era signo de que había un leproso a si no, tenía que andar gritando con la campanita en la mano, leproso, leproso, para que la gente se alejara de él”.
El sacerdote contó sobre el caso de un miembro de una familia que se infecto por su trabajo y unos vecinos “no sé qué clase de corazón tienen, fueron a tirarle cloro a la casa, no veo misericordia en ese tipo de acciones, no veo personas cristianas en ese tipo de acciones”.
Se refirió al leproso de aquellos tiempos, tenía que guardar su distancia, para no tocar a nadie porque puede contagiar con la enfermedad “se postra delante de Jesús, no toca a Jesús, como muchos otros enfermos en los evangelios, si no que se postra de lejos y le dice si quieres puedes curarme, Jesús le dijo si quiero, queda limpio, es decir Jesús lo limpia, lo toca, es misericordioso se acerca a el, no lo discrimina”.
En el Evangelio me gusta todavía más la versión, dijo “porque dice que después de esto Jesús se va a las montañas, porque, Jesús toma el lugar del leproso, el lugar del leproso no era en la ciudad con la población era en las montañas lejos de la gente, es decir Jesús toca al leproso, lo limpia y el toma su lugar porque al tocarlo queda impuro esa era la ley, Jesús se va a la montaña a cumplir el papel del leproso, eso es lo que hace Jesús con nuestra vida”.
Y concluye con el siguiente mensaje “Si nosotros nos dejamos tocar por el Señor, el va a tomar nuestra cargas por eso el dice aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón, tomen mi carga y mi yugo que son ligeros. Hondureños dejémonos tocar por el Señor para quedar limpios, no solo de coronavirus, si no del odio, del egoísmo, de la discriminación y así vamos a salir adelante.