Este 29 de agosto, la Iglesia católica festeja la onomástica de Martirio de: San Juan Bautista, Adelfo de Metz, Basila de Sirmio, María de la Cruz Jugan, Mederico de Autun, Sebbo de Inglaterra, Teresa Bracco, Víctor de Nantes, Sabina, pero sin duda alguna tratándose de vidas ejemplares y si tomamos en cuenta toda la historia de nuestra Iglesia; la lista resulta interminable, de ahí que de toda una variedad que registra el santoral cristiano, únicamente ponemos sólo dos ponemos a su consideración: San Juan Bautista y Santa Sabina.
Santa Sabina
Según los registros, nació en el siglo II en una familia noble. A muy corta edad, caso una niña; contrajo matrimonio un senador de nombre Valentino. Ella se convirtió al cristianismo, junto a Serapia, su niñera, a quien ella misma convirtió, en reuniones con otros cristianos. Fue capturada y, al no querer negar de su fe, la decapitaron junto a Serapia.“Cristo es mi Dios, sólo a él sirvo y adoro” respondió cuando fue interrogada. Sus reliquias están en la Basílica de Santa Sabina, fundada en 425 en el Aventino de Roma. En el siglo XIII, el Papa Honorio III entregó la iglesia de Santa Sabina a la Orden de Santo Domingo y todavía hoy allí son venerados los cuerpos de las dos santas mártires que se encuentran debajo del altar mayor.
Desde hace centenares de años la Iglesia católica dispuso un día en el calendario para recordar la festividad de cada uno de los santos y así es podemos conmemorar la vida ejemplar de estos cristianos y cuyo testimonio de fe llega hasta nuestros días.
San Juan Bautista
Es poco lo que sabemos de la infancia de San Juan. Los escasos datos son revelados por la misma palabra de Dios. De eso, el primer capítulo del evangelio de San Lucas cuenta algunos detalles del nacimiento de Juan. Su padre Zacarías, un sacerdote judío que estaba casado con Isabel, y no tenían hijos porque ella era estéril. Siendo ya viejos, un día cuando estaba él en el Templo, se le apareció un ángel de pie a la derecha del altar y le dijo: “No tengas miedo, Zacarías; pues vengo a decirte que tú verás al Mesías, y que tu mujer va a tener un hijo, que será su precursor, a quien pondrás por nombre Juan. No beberá vino ni cosa que pueda embriagar y ya desde el vientre de su madre será lleno del Espíritu Santo, y convertirá a muchos para Dios”. San Juan Bautista es el único santo al cual se le celebra la fiesta el día de su nacimiento que se llevo a cabo pocos meses antes de la natividad de Jesucristo.