A lo largo de la historia bíblica, muchos son los casos que demuestran el valor de tener buenos amigos y uno de los más arraigados, es el que tenía como punto central la comunidad de Betania, donde Jesús se sintió cómodo al contar con Lázaro, Marta y María como narran los evangelios, grandes amistades del Señor.
Valor
“Como un tesoro cataloga la Sagrada Escritura la amistad”, así lo reafirma el padre Avilio Zambrano, párroco de la comunidad San Pedro Apóstol de esta capital, al también decir que “la fraternidad con el otro nos lleva a una vida de santidad, la que se vive en las pequeñas cosas como el compartir emociones, sentimientos u otros momentos en común”. Para el presbítero, la mejor definición de ser amigos rumbo a ser santos, consiste en llevar un camino de humildad y amor en medio de los avatares cotidianos del día a día”. El padre Zambrano expresa que la amistad, como camino de santidad, es uno de los pasos más importantes para el ser humano. “Aunque muchas veces cueste, es necesario practicarlos en nuestros espacios y realidades de vida”, apuntó.
Lazos
En la Exhortación Gaudete et Exsultate, el Papa Francisco menciona que la santidad se vive de dos en dos, un apunte que toma muy en serio Keyla Suazo, cantautora católica al acuñar que “Es en esa amistad que se forma en la comunidad, donde se cuidan las personas entre sí y se abre un espacio de amor, confianza y evangelización”. Esta afirmación va ligada al descubrir que lo antes mencionado es precisamente la comunión que nos va santificando y orientando hacia los proyectos que tiene el Señor, que son únicos para cada individuo. Los amigos sin duda alguna, pueden ser un gran avance en el camino a la santidad, por lo que si se crean lazos sinceros, son de gran ayuda para lograr el cometido.
1 Impulsar
Las buenas amistades y sobre todo al interior de la Iglesia, deben siempre procurar que el otro busque la santidad, esto se puede lograr promoviendo momentos de oración, invitándole a Eucaristía o corrigiendo su andar errado.
2 Elección
El cristiano católico debe ser cuidadoso en el proceso de elegir amigos, esto será vital en el peregrinar hacia el cielo con obras que sean agradables a Dios. Habrá que apartar a amigos que alejen de las buenas acciones.
3 Pedir
La oración es fundamental entre amigos que anhelan para el otro la santidad. Rezar un Rosario u orar frente al Santísimo por sus amistades y el proceso de santificación que llevan, es la mejor muestra de sinceridad amistosa.
