¡Dios mío!
Recibe a mi bebé no nacido con tus amorosas manos. Permítele saber que mi amor por él no perecerá. Bendíceme en esta tierra y ayúdame a pasar el dolor. Siembra una semilla que ilumine el corazón de mi bebé; que no conozca la oscuridad. Ayúdame a vivir los días y a que la noche pase rápido. Sostenme cuando no pueda hacer nada más que llorar. Aumenta mi fe para que pueda ver a mi hijo vivir a tu lado. Perdóname cuando mi tristeza me ponga indiferente. Dile a mi hijo que siempre habrá un lugar para él en mi corazón, pleno de tu gracia divina. Y, cuando me llames a tu reino que está en el cielo, espérame con él a tu lado, para que pueda abrazarlo y amarlo como aquí no pude. Amén
Oración
Dolorosísimo Corazón de María, permite que tu manto protector recaiga sobre todos los niños no nacidos del mundo. Sálvalos de cualquier daño, y cultiva en sus almas una predisposición hacia la santidad. Amén.
Oración
Querida Madre Santísima, Protectora y Madre de todos, toma a Tu cargo a los niños no nacidos del mundo. Otorga a los corazones de todas las madres un especial y generoso amor por sus hijos no nacidos, y dales el entendimiento de que toda vida es dada por Dios. Cambia los corazones de aquellos que están en los gobiernos para que vean que no deben permitir la matanza de los no nacidos. Sé Tú nuestra abogada ante el trono de Dios, Querida y Bendita Virgen María. Amen