Santo Tomás Moro ha sido catalogado como fue un excelso humanista, un juez recto y prestigioso, embajador, consejero y Canciller eximio de Inglaterra, el mejor de los amigos y modelo de padre y esposo. La integridad de su conducta, su sana intuición, su eficacia, la suavidad de su modestia, su rectitud y su inquebrantable lealtad.
Tomás Moro, nació en Londres el 07 de febrero de 1478. Fue un pensador, teólogo, político, humanista y escritor inglés; además, poeta, traductor, Lord Canciller de Enrique VIII, profesor de leyes, juez de negocios civiles y abogado. Escribió numerosas obras sobre el humanismo y en contra de las herejías.
Fue una persona muy conocida por sus méritos intelectuales y por la modernidad de muchos de sus planteamientos. Su actividad como escritor especialmente sus traducciones de Luciano a partir de los textos griegos, sus poesías y su ya clásica Utopía le reportó asimismo un prestigio inigualable.
Tomás Moro fue canonizado por la Iglesia católica en 1935, y desde 1980 su nombre figura también en el martirologio anglicano. Es reconocido universalmente, por encima de fronteras nacionales y de confesiones religiosas, como símbolo de integridad y como testigo heroico de la primacía de la conciencia. “Muero como buen siervo del Rey, pero sobre todo como siervo de Dios”, fueron sus últimas palabras. Gran ideal para todos los que dedican su vida a servir al bien común.