La Navidad es una de las fiestas más importantes de la Iglesia porque en ella celebramos que el Hijo de Dios se hizo hombre para abrirnos las puertas del Cielo, para enseñarnos el camino a la vida eterna.
La celebración de la Navidad nos recuerda que Dios no está lejos, sino muy cerca de nosotros. En Navidad, celebramos al Niño Jesús que es Hijo de Dios. En Él, Dios nos mostró su rostro humano, para salvarnos y amarnos desde la tierra. Jesús es el Hijo unigénito de Dios, imagen perfecta del Padre, lleno de gracia y de verdad.
La Navidad debe ser un tiempo en el que deberíamos expresar el amor de unos con los otros, como Jesús nos ama en una convivencia basada en la igualdad, en la que nadie se considere superior a los demás, donde a nadie le falte lo necesario para vivir con dignidad.