Hoy 15 de diciembre en la Eucaristía desde la Basílica el padre Rodolfo Varela en su homilía dijo que “hacia donde el corazón se inclina el pie camina ¿Hacia donde se ha inclinado tu corazón? ¿Cuáles son tus motivaciones?”
“Hacia donde el corazón se inclina el pie camina” allí vas a caminar donde el corazón está inclinado, Jesús nos pone este ejemplo de los dos hijos uno que dice, si voy a ir pero no va, otro que dice, si quiero ir pero al final va, uno que tiene el corazón inclinado hacia la obediencia otro a la desobediencia, uno que lo disimula con palabras otro que lo demuestra con hechos.
El padre dijo, hacia donde está inclinado nuestro corazón a hacer el bien, hacer el mal o a ser indiferente, ni hacer el bien ni hacer el mal, ¿Hacia donde está inclinado nuestro corazón?, “antes yo recuerdo que nuestros abuelos nos hablaban del valor de las palabras, antes no existían los contratos firmados porque eran muy pocas las personas que sabían firmar o leer, los contratos eran de palabra y la palabra valía y la palabra se respetaba y lo que se había acordado por palabra se cumplía”.
La palabra tenía valor, sostuvo hoy es raro encontrar, personas que hagan contratos de palabra y la cumplan, siempre hay conflictos cuando hay contratos de palabra y allá tiene que ir a los juzgados de paz a arreglar los problemas, porque parece que la palabra fuera perdiendo valor en la sociedad de hoy en el mundo actual, puntualizó.
Además manifestó que, pareciera que lo que importa ahora es la mentira, quien se aprovecha más del otro a través del discurso, a través del engaño, a través de una politiquería barata donde digo, digo y digo y engaño y no hago nada, nada.
El sacerdote explicó que Jesús nos está enseñando el valor de las acciones, una acción vale más que mil palabras, “nosotros debemos ser personas que demuestren con hechos que somos cristianos “hechos no palabras” pero en la realidad la coherencia que debemos de tener deben combinar las dos cosas hachos y palabras, no solo hechos o solo palabras”.
“Nos dice el diccionario de la Real Academia Española señaló, que la coherencia es la lógica de dos elementos que hace que no se contrapongan las cosas que no estén en oposición, es decir las palabras estén en la lógica, con los hechos sin contraponerse sin entrar en contradicción nos ha puesto el Señor este ejemplo”.
Aquí los dos hijos entran en contradicción, “no hay coherencia, uno dice si va a ir y no va, y el otro dice no voy a ir pero va, nosotros hemos de ser los que dicen que van hacer una cosa y la hacen, coherencia entre hechos y palabras, ni solo hechos ni solo palabras, lo que yo digo lo cumplo, lo que yo cumplo es porque lo he dicho”.
Para concluir advirtió, ser coherencia como cristianos, “eso también me va a identificar a mí como buen cristiano, como buena persona lo que yo diga y yo haga va a decir mucho de mí, allí me va a conocer las personas, como una persona coherente, o como una persona mentirosa, engañosa, con discurso bonito pero con hechos vacíos”.
Pidámosle al Señor que nos de la coherencia para decir y hacer, para que nuestro corazón se incline a donde debe ir.
