El padre Rodolfo Varela ofició la Eucaristía en la Basílica de Suyapa en su homilía dijo que ser leproso en la época de Jesús era algo muy cruel, según la ley los leprosos tenían que ser apartados de sus familias, ser apartados de la sociedad irse a vivir a las zonas montañosas, lejos de la población.
“Cuando se iban a acercar a una población o a un lugar donde había mucha gente, ellos tenían que gritar impuros o andar con una campanita tocándola, para que la gente supiera que se acercaba un leproso y por la misma ley y por la misma naturaleza humana, los leprosos se convertían en personas invisibles para la sociedad del momento, eran seres de que no eran vistos por los demás ni tomados en cuenta”.
El sacerdote detalló que son las cosas particulares que vemos en el evangelio, un pequeño detalle es que Jesús los ve a los que nadie ve, “hoy nosotros estamos a ver a los que nadie ve, porque hoy también hay personas que por la ley civil y por nuestra naturaleza humana no queremos ver y “nos hacemos de la vista gorda” ante el sufrimiento que pasan muchas personas y no los queremos ver porque nos incomoda, lo mismo pasaba en aquella época con los leprosos incomodaba y lo mejor era hacerlos invisibles no verlos”.
“Cuando Jesús ve a los leprosos les dice vayan a presentarse a los sacerdotes, los manda a presentarse a los sacerdotes porque los sacerdotes son los que constatan si todavía está enfermo o si ya fue curado y si ya es curado el sacerdote lo puede reintegrar y le da la autorización para reintegrarse a su familia y a la sociedad”,
Pero el texto no dice Jesús los curó y después sostuvo les dijo “vayan a presentarse, no, el texto dice vayan a presentarse a los sacerdotes aún sin haber sido curados, es decir el Señor pide caminar en la fe aunque no hayan visto el milagro Jesús le pide caminar en la fe”.
Y así nos pide a nosotros caminar en la fe manifestó, aunque no hayamos visto el milagro que estamos pidiendo, caminemos en la fe y cuando van de camino quedan limpios, es decir en la obediencia está la bendición, ellos obedecieron no estaban curados, peo van y por ir quedan limpios, en la obediencia esta la fe.
“Cuando quedan limpios solo uno de ellos ve lo mismo, Jesús ve los que los demás no ven, uno de ellos ve los que los otros nueve no ven y que ve queda curado y queda limpio, ve que tiene que alabar a Dios, una vez que el queda curado se regresa alabando a Dios”.
Y en tercer lugar se postra a los pies de Jesús para darle gracias, ve los que los otros nueve no vieron, vio que quedó curado, vio que era necesario alabar a Dios, y vio que era necesario agradecerle a Jesús, “ojalá que nosotros podamos ver como Jesús lo que nadie ve, y podamos ver como este samaritano lo que Dios hace en nuestra vida que muchos no ven” concluyó.