En esta noche buena, Jesús se convierte en luz, misma que nos envuelve a la humanidad, y en la Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa, su Eminencia Óscar Andrés Cardenal Rodríguez, reflexionó, recordando la oscuridad y las guerras que se han reportado en el mundo.
“Desde el principio Jesus ha querido compartir la condición de los más pobres y los olvidados de la tierra, de todos aquellos que no tienen sitio en la sociedad, Jesus pertenece a los pobres”, resaltó el Arzobispo capitalino en su mensaje a la víspera de la navidad.
Hoy también es oportuno para recordar la historia del nacimiento de Jesús, quien hoy pide encontrar sitio en nuestros corazones, en nuestras ciudades y en el Estado hondureño.
“La pregunta es; ¿tenemos sitio y espacio para él?, cuando estamos llenos de deseos, anhelos y proyectos que no hay sitios ni espacios para Dios”, continuaba diciendo su Eminencia Rodríguez.
“No hay navidad sin Jesus, la navidad no es una cena pomposa”, citó en su más reciente homilia el máximo líder de la Iglesia que peregrina en la región hondureña.
De igual manera, se recuerda que el primer anuncio de esperanza, va dirigido a los pastores, quienes hoy en día representan a la mayoría, siendo los desprotegidos, los pobres, siendo el 74 por ciento de la población en Honduras.
“Necesitamos ser solidarios con los que sufren la violencia, con los ancianos, con los enfermos, con los que no cuentan con protección en nuestra sociedad”, arguye el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez.
“En esta noche buena se nos repite a todos no teman, les traigo una alegría, una buena noticia”, resalta en el evangelio de esta noche que nos recuerda el nacimiento del que dio la vida por la humanidad.
“La Alegría no viene de afuera, la Alegría brota del corazón, de vivir la gracia de Dios y sentir que Jesús ha nacido en nuestros corazones”, también lo dijo en su mensaje el Arzobispo Capitalino.
Con el nacimiento de Jesús, se revela el camino de la Paz, momento que se permite hacer una oración, pidiendo ser hombres y mujeres de paz.
“El mundo no vive en paz, tantas personas no viven paz, tantas personas tienen heridas no sanadas, de odio, de rencor, y ahí no puede nacer el Señor, ahí no hay espacio, no hay posada, debemos limpiar el mismo corazón”, seguían las líneas de la homilia de esta noche buena.
“Señor Jesús niño pequeño nacido entre nosotros, que esa estrella encienda en nosotros el fuego de la esperanza, por lo que nos deseamos una feliz navidad, no felices fiestas, y vivir La Paz que el mundo no puede dar”. Terminó reflexionando su Eminencia Óscar Andrés Cardenal Rodríguez.
Y con un gesto de hermandad la casa de Santa María de Suyapa se llenó de alegría al compartir el verdadero sentido de la navidad.