La Misa de este 24 de diciembre fue oficiada en la Basílica Nuestra Señora de Suyapa por el presbítero Juan Antonio Hernández, en su homilía manifestó que en las lecturas escuchadas se reconoce la salvación como el acontecimiento principal con el cual Dios ha inaugurado la historia.
Creo sostuvo, que es eso lo que refleja el sentido del nacimiento que preparamos en nuestros hogares o en los templos el nacimiento significa la nueva creación donde las relaciones entre los humanos se vuelve fraterna.
El Papa Francisco recuerda, señaló, porque hay animales en el pesebre, porque también el ser humano se ha reconciliado con la naturaleza, porque manifiesta y refleja una nueva armonía, nuevos lazos de relaciones, ese es el mayor signo de la salvación.
La salvación es como el signo visible de Dios, destacó lo reconoce Zacarías, el padre de Juan, “la salvación es el signo de Dios en nuestra historia” que todos y cada uno de nosotros estamos invitados a reconocer, así como lo ha reconocido Zacarías en su vida, la salvación es un signo y que Dios está salvando constantemente y ese es el signo de Dios en nuestra historia.
“Pero también la salvación es como aquello que nos cuida y nos protege en nuestros adversarios, no es que nosotros seamos dichosos al llegar a celebrar una navidad, es porque Dios salva, por lo tanto la salvación se convierte en el signo que Dios utiliza para cuidarnos de nuestros adversarios”.
El sacerdote dijo que lo interesante es que también la salvación cuenta con cada uno de nosotros en el Evangelio de hoy cuenta con un niño que se llama Juan, “pero también cuenta con usted y en cada uno de nosotros”, la salvación cuenta con nosotros, la salvación nos hace participes a nosotros haciéndolos colaboradores del proyecto salvífico.
“Por lo tanto hoy preguntémonos indicó cada uno de nosotros como reconozco yo en mi vida el signo salvador de Dios, como reconozco la salvación como el signo, que me cuida que me protege de los enemigos de los adversarios, pero también como yo colaboro con el proyecto salvador de Dios”, concluyó.
