“Dichosos los que creen sin haber visto’’, estas palabras expresadas a Santo Tomás en una de las apariciones del Resucitado y que calan muy hondo en la actualidad, donde para muchos, los signos de la presencia de Jesús no son latentes.
Oportunidad
La tentación de ser incrédulo cuando la pandemia no concluye y las vacunas llegan de manera lenta, está presente para el cristiano. Ante esto, el presbítero Alberto Enamorado, Vicario Parroquial de la comunidad Cristo Resucitado de Tegucigalpa, se refiere a que “El signo o el milagro como nos narran los evangelios, son las distintas oportunidades que tenemos de cambiar nuestra mirada en cuanto al sentido de la vida”.
Esta opinión va encaminada a recobrar la esperanza ante un panorama poco alentador, por lo que el Padre Enamorado, también añade que “el ejemplo de Santo Tomás nos invita hoy a confesar, no solo de labios sino con la vida entera, qué Jesús es nuestro Señor y Dios, en quién creemos y depositamos nuestra fe”.
Muestras
El tiempo de los milagros como promueve “Dei Verbum”, ministerio católico de El Salvador, no ha terminado, asegura la Hermana Nyzelle Dondé, coordinadora de la Pastoral de Movilidad Humana en la Arquidiócesis de Tegucigalpa, al compartir que “Los milagros se manifiestan constantemente a través de situaciones, de personas que son ángeles en las vidas de cada uno y con experiencias que se van teniendo”. Abrir el corazón a Dios, es una de las recomendaciones que da la hermana Dondé y agrega que “uno debe estar dispuesto a percibir las manifestaciones del Señor, de maneras muy sencillas”. El “no seas incrédulo sino creyente”, engaza muy bien con las vivencias que la pandemia va tejiendo.
Los milagros siguen manifestándose
1 Atención
Con una fe atenta y presta a observar la voluntad de Dios, se pueden observar las grandes obras que Dios hace en cada uno y en los demás; este detalle es muy importante para no dejar pasar esos momentos de especial presencia del Señor.
2 Entendimiento
No se deben esperar los prodigios tal como narran los evangelios, hay que tener plena conciencia que las manifestaciones del Señor son de maneras diferentes y que en algunos de los casos, se asemejarán. No esperemos ver a Jesús en persona para presenciar milagros.
3 Oración
La clave para la obtención de milagros al igual que en los tiempos de Jesús, sigue siendo la súplica fervorosa. La oración es fundamental en la vida cotidiana para obtener de Dios un favor al que se puede sumar la intercesión de los santos y de María Santísima.
4 Comprensión
Un error común en la fe, es creer que, si no hay curación, si no se obtiene un trabajo o si el proyecto no funcionó, es porque Dios no quiso. Hay que entender que lo que se pide en ocasiones, no es lo que se necesita y por ende los milagros no pueden suceder.
5 Ejemplos
La Sagrada Escritura es el mejor y más vivo testimonio que los milagros ocurren a gente sencilla y que no necesariamente llevaban una vida correcta (aunque es lo ideal). Las manifestaciones del Señor llegan con base a necesidades, intención y oración.
6 Paciencia
“La paciencia todo lo alcanza” mencionó Santa Teresa de Jesús y es aplicable a los prodigios que se piden al Señor. Todo es en el tiempo de Dios y comprender esto lleva su proceso, por lo que abrir el corazón y dejar que Él tome el control, es la mejor decisión.