Formar parte de una comunidad es una bendición para todos los cristianos. Vivir esta comunión, implica cultivar un sentido de pertenencia, convirtiéndose en un refugio tanto espiritual como emocional. Dentro de ella, encontramos compañeros de camino con quienes compartimos todos los momentos de la vida.
Convivencia
El Padre Bairon Cárcamo, Vicario de la Basílica Nuestra Señora de Suyapa, subraya la importancia de convivir con estos grupos que se convierten en familia al decir que “Pertenecer a una comunidad nos ayuda a fortalecernos como seres humanos, pues Dios nos creó para vivir con los demás; para socializar y compartir nuestras experiencias en el camino de la vida”.
El Sacerdote enfatiza que es necesario tener un amigo, familia o alguien a quien acudir tanto en los momentos difíciles como en los buenos. “En la vida hay momentos de conflicto y realidades difíciles, y realmente necesitamos tener un apoyo en esas ocasiones de dificultad, porque la comunidad está ahí para respaldar y asistir”, manifestó.
Sentido
Asimismo, María José Zepeda, de la comunidad Divina Providencia de la Capital, enfatiza en que pertenecer a un grupo a una parroquia como tal, no solo es necesario en tiempos de crisis, sino en todo momento. “Hago mías las palabras de San Pablo, ‘Apoyaos unos a otros’. Debemos recordar que este mismo santo también nos dice que formamos un solo cuerpo y cuando una parte del cuerpo sufre, todo sufre. Ésta es la comunidad, un solo cuerpo donde Cristo es la cabeza. ¿Por qué es importante? Pues porque nos sentimos acompañados, nos sentimos apoyados”.
Zepeda agrega también que “la importancia de tener una persona a nuestro lado, que nos da la mano, que nos regala una sonrisa, que nos da consejos. Eso vale oro. Vale mucho más que las cosas que podemos pagar con dinero. Nos sentimos acompañados, nos sentimos apoyados, nos sentimos apoyados por los demás”.
Acompañamiento
No importa la crisis, la tormenta que esté pasando, lo que importa es no perder la fe, la esperanza y la confianza en que en Cristo resucitado todo lo podemos. Y sólo podemos tener esa certeza en una comunidad donde otros también nos ayudan a confiar en eso. “Nuestro Señor Jesucristo nos brindó el ejemplo de la vida en comunidad como una forma de vivir. Como cristianos católicos que aspiramos a una vida de santidad, pertenecer a una comunidad católica es de suma importancia, ya que fortalece nuestra vida espiritual, nuestra fe y consolida nuestro compromiso con el amor al prójimo, lo que nos permite crecer como mejores cristianos cada día”, finaliza Zepeda.
En tiempos de crisis, la comunidad representa un valioso apoyo, tanto a través de sus oraciones como de los diversos dones que cada miembro posee. Es en estos momentos cuando Dios nos muestra su amor y nos brinda la oportunidad de unirnos y ayudarnos mutuamente. Para Pamela Velásquez, miembro de la comunidad de salesianos, considera que Nuestro Señor Jesucristo nos brindó el ejemplo de la vida en comunidad como una forma de vivir. “Como cristianos católicos que aspiramos a una vida de santidad, pertenecer a una comunidad es importante, ya que fortalece nuestra vida espiritual, nuestra fe y consolida nuestro compromiso con el amor al prójimo, lo que nos permite crecer como mejores cristianos cada día”, dijo.
En tiempos de crisis, la comunidad representa un valioso apoyo, tanto a través de sus oraciones como de los diversos dones que cada miembro posee. Es en estos momentos cuando Dios nos muestra su amor y nos brinda la oportunidad de unirnos y ayudarnos mutuamente.
Misión redentora
La Redemptoris misio, es una carta encíclica escrita por el Papa San Juan Pablo II y publicada en 1990 que, aborda el tema de la misión de la Iglesia en el mundo. En ella, el Pontífice reflexiona sobre la naturaleza esencial del trabajo eclesial que es la evangelización. Si bien la encíclica se centra principalmente en la labor misionera de la Iglesia en el mundo, también hace referencia a la importancia de las comunidades cristianas locales en este contexto.
