El inicio y el final de la Semana Santa, son un claro signo de lo que a diario puede vivir la sociedad con una falsa percepción de sinceridad, cuidando que esto no ocurra entre los que profesan la fe a diario. Peligros “La apatía y falta de corresponsabilidad del otro pueden llevar al cristiano a no acercarse y fomentar más bien la hipocresía”, así lo dice Omar Vásquez, miembro de la Sociedad de Caballeros del Santo Entierro, al afirmar que “promulgamos al Señor sin tenerlo presente en nuestra vida y eso hace que nuestro mensaje se vuelva vacío y aún más fomenta la incredulidad en los que reciben nuestro mensaje, pero que también perciben que nuestras acciones no son congruentes”.
Los riesgos que se corren son los mismos que los del pueblo que vitoreó a Jesús y luego lo asesinó en el madero, por lo que Vásquez propone que “debemos como cristianos, mantener un corazón limpio, pero sobre todo temeroso del Señor para no caer en las riendas de la hipocresía”, concluyó. Antídoto “La honestidad es el camino correcto para evitar aclamar a Jesús y luego sentenciarlo con los pecados y malas acciones en contra de los demás”, así lo dice el Padre Alberto Enamorado, Vicario Parroquial de Cristo Resucitado, quien también aduce que “nuestras caretas caerán y la hipocresía pasará a ser parte de la historia de cada ser humana que se haya liberado de ese mal que no hace más que alejarnos de nuestros hermanos. “Esto solo puede ser logrado si se fomenta en cada uno que las relaciones humanas sean más profundas y echen raíces” concluyó.
1 Transparencia
La antítesis de lo vivido en el tiempo de Cristo, es velar porque la propia vida esté llena de palabras y actos sinceros, que promuevan la verdadera amistad, las relaciones transparentes y no las que se obtienen a base de engaños y mentiras.
2 Afectación
A la larga los efectos de practicar la hipocresía al adular y exaltar a una persona y luego denigrarla y destruir su reputación los sufre quien la fomenta, por lo que premeditar una acción de estas, será ideal, además de pedir sabiduría a Dios.
3 Paz
La vida transparente a la luz de la fe, otorga al ser humano tranquilidad y paz espiritual, algo distinto a lo que sucede cuando se es falso, hipócrita o deshonesto. El fruto de las buenas acciones en favor del otro, es la paz.