Los más de ocho años que se contemplan en la formación de un seminarista diocesano o religioso, encierran un buen número de elementos que hacen del futuro pastor, un consagrado que comprende la doctrina y que la sabe relacionar con lo que a diario vive su comunidad, país o el mundo, sabiendo dar luces, partiendo de ese entendimiento.
Importancia
Aunque por muchos años se ha mencionado que la fe y la filosofía no se pueden relacionar, el Padre Juan Antonio Hernández, formador en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa (SMNSS), explica que ‘’Es prioritario que previo a un estudio teológico, se tengan herramientas racionales y exegéticas, que ayuden a comprender la realidad humana. Un futuro pastor, deberá saber dar respuestas convincentes, verdaderas, que iluminen y que den sentido a la vida, esto no es posible, si no se tiene una base racional, eso solo lo da la filosofía’’.
Camino
Para el seminarista Fernando López, estudiar filosofía ‘’Representa un papel fundamental para la formación sacerdotal, porque después de conocer y aprender a ver la realidad con los ojos de la filosofía, debemos adquirir un compromiso social’’. Esta conjunción entre la filosofía que prepara la teología, según López, “debe ser una reflexión permanente que cuestione, que busque, que nos lleve a orientar, a enseñar, a ver la vida desde la razón y la fe’’.
CLAVES
Preparación
Antes de profundizar sus estudios en teología, el seminarista se ve inmerso en la filosofía con el fin de lograr comprender la realidad y poner en práctica, a la luz de su ministerio, soluciones viables ante las eventualidades que se presentan.
Base
La filosofía también ayuda a que el seminarista se adentre en la sabiduría antigua que, a través de los siglos, ha beneficiado para superar diversas crisis y que ha propiciado un mejor entendimiento de las causas en que sí mismo, la sociedad y Dios tienen que ver.
Tiempo
Actualmente, los jóvenes que se forman en el SMNSS, pasan antes de adentrarse en temas de fe y doctrina de la Iglesia, en un férreo proceso filosófico que, a la larga, afianzará todo lo aprendido, para que lo adquirido baje de la razón al corazón.