La detección temprana salva vidas, no claudiquemos nuestra lucha contra el cáncer

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Blanca Miriam Martínez, fue detectada con cáncer hace seis años, ella en ese momento estaba en estado de gestación y al saber esta noticia, “se le vino el mundo encima”. Sin tener ningún antecedente en su familia de haber padecido esta enfermedad, ella confiesa que, “fue un momento bien difícil, pero con la ayuda de Dios, nos propusimos salir adelante”. 

Testigo

Blanca, con la voz entrecortada por recordar este calvario, recuerda que, teniendo 14 semanas de embarazo, tuvieron que extirparle una de sus mamas. Al avanzar en su gestación, ya con ocho meses de embarazo, recibió sus primeras quimioterapias. Hubo muchas lágrimas, tristezas, desesperación, ansiedad, sobre todo, porque no solo pensaba en su salud, sino en la de su bebé. Llegó el momento del alumbramiento y se tuvo que privar de alimentar a su bebé, por recibir el tratamiento correspondiente, que incluían las radioterapias. Hoy su hijo tiene seis años y ella es un testimonio vivo de que, la detección temprana, salva vidas.

Atención

Octubre es un mes dedicado a batallar contra esta enfermedad. El color rosa, es sinónimo de lucha, de victoria, pero también de tristeza y desesperanza, porque, lastimosamente no todas las mujeres, logran superar este combate. Honduras sigue ocupando el primer lugar en incidencia por esta enfermedad y el segundo por muertes de este flagelo, según datos de Funhocam, ya que, de cada ocho mujeres en Honduras, una puede tener este padecimiento. Rosemonde Abeddrabo, presidenta ejecutiva FUNHOCAM afirma que, según estadísticas que se manejan en el país, un alto índice de pacientes, son menores de 40 años. “Desde FUNHOCAM, asumimos la responsabilidad de facilitar las condiciones para que todos los hondureños puedan conocer sobre esta terrible enfermedad” afirmó Abeddrabo.  Ella es consciente que, “miles de mujeres deben enfrentar a diario los altos costos de los tratamientos y la dificultad del acceso a los medicamentos en el sistema sanitario, es por ello que, la lucha que enfrentamos puede ser cada vez más desigual, pero no nos desanimamos, ya que una mamografía practicada a tiempo salva vidas”.

Realidad

La especialista en oncología y fundadora de FUHNOCAM, Lía Bueso, revela que, “según la Organización Mundial de la Salud, en los últimos dos años, se han registrado 1285 nuevos casos, eso quiere decir que, 3 a 4 mujeres diarias se diagnostican con esta enfermedad. De esos, el gran problema que llegan tardíamente y por ende la mortalidad es más alta”.  Para entender esto, amplia señalando que, “en Latinoamérica, incluido Honduras, el 60% de las mujeres continúan con una mortalidad, no así los diagnósticos tempranos en donde el 98% se curan”. Francisco Morazán, es uno de los departamentos con más casos, aunque también es aquí, en donde llegan la mayoría de los casos, según reveló la especialista. Recibir la noticia que tiene cáncer es una “bomba” devastadora, que solo con la ayuda de Dios se puede superar. “Es un proceso doloroso, porque no solo es ella la que sufre, sino que implica a la familia”, detalló la experta.

Tratamiento

El cáncer se origina cuando las células saludables de la mama empiezan a cambiar y proliferar sin control, y forman una masa o un conglomerado de células que se denomina tumor. Un tumor puede ser canceroso o benigno. Un tumor canceroso es maligno, lo que significa que puede crecer y diseminarse a otras partes del cuerpo. Un tumor benigno significa que el tumor puede crecer, pero no se diseminará.

Según dan a conocer los oncólogos, existen grados de detección del cáncer de mama y de esto depende salvar la vida de quien lo padece. Es por ello que en nuestro país se recomienda hacerse la mamografía a partir de los 35 años de edad. Los grados o estadios de cáncer de mama son: cero, uno, dos, tres y cuatro. En el cero, es cuando prácticamente no hay nada de la enfermedad; en el estadio uno es cuando no ha llegado a más de dos centímetros, pero cuando ya avanza de dos a cuatro centímetros se considera que está en la fase dos, mientras que la fase tres, es cuando ya supera los cuatro centímetros y el último es cuando ya hace metástasis. En su mayoría las mujeres son sometidas a una cirugía y después inician los tratamientos como quimioterapias, terapia hormonal o radiación. La quimioterapia también puede hacerse antes de la cirugía esto en ciertas situaciones.

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