El Papa Francisco presidió este día la Misa del Miércoles de Ceniza desde la Basílica San Pedro y no como es tradición, desde la Basílica de Santa Sabina de Roma. Durante su mensaje, dijo que la Cuaresma “Es un viaje de regreso a Dios”.
El Pontífice detalló que “Dios apela a nuestro corazón. En la vida siempre tendremos cosas que hacer y tendremos excusas para presentar, pero, hermanos y hermanas, hoy es el momento de volver a Dios”.
La Cuaresma involucra toda nuestra vida expresa el Papa, quien añade que “Es el momento de revisar los caminos que estamos tomando, de encontrar el camino de regreso a casa, de redescubrir el vínculo fundamental con Dios, del que todo depende. La Cuaresma no es una colección de florecitas, es discernir hacia dónde se orienta el corazón. Este es el centro de la Cuaresma: ¿hacia dónde se orienta mi corazón?”
“La Palabra de Dios nos pide que regresemos al Padre, nos pide que regresemos a Jesús, y estamos llamados a regresar al Espíritu Santo. La ceniza en la cabeza nos recuerda que somos polvo y al polvo volveremos. Pero sobre este polvo nuestro Dios ha soplado su Espíritu de vida.
Entonces no podemos vivir persiguiendo el polvo, persiguiendo las cosas que existen hoy y se desvanecen mañana. Volvamos al Espíritu, Dador de vida, volvamos al Fuego que hace resurgir nuestras cenizas, a ese Fuego que nos enseña a amar. Siempre seremos polvo, pero, como dice un himno litúrgico, polvo de amor. Volvamos a la oración al Espíritu Santo, redescubramos el fuego de la alabanza, que quema las cenizas del lamento y la resignación” dijo el Papa.
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