Desde hace más de cien años, hemos contado con la presencia de los salesianos en nuestro país, formando ciudadanos de honor que contribuyen con el desarrollo. María Auxiliadora, la Virgen de Don Bosco, es una advocación que forma parte fundamental de la devoción del pueblo hondureño gracias a la obra que los Salesianos han desarrollado a lo largo de la historia.
La hora del Señor llegó a Honduras, en el año 1910 cuando al país llegaron las primeras Hijas de María Auxiliadora (FMA), para hacerse cargo de la educación de señoritas en el Instituto Salesiano María Auxiliadora. Sin demora, al año siguiente, fue fundado el Instituto Salesiano San Miguel localizado en la Casona Soto de Comayagüela en 1911 para la educación de varones. Al pensar en los salesianos, indiscutiblemente pensamos en María Auxiliadora que se hace presente en cada estudiante salesiano que ella, como madre, acogió en su casa y formó como buen cristiano y honrado ciudadano.
Hasta la fecha, los frutos de la familia salesiana se ven reflejados en ciudadanos honorables que han contribuido con el desarrollo integral del país con los principios inculcados en la casa de formación académica y bajo el amparo de María Auxiliadora de los cristianos.
Auxilio
Son muchas las advocaciones que a nivel mundial se le ha dado a la Virgen María, pero la de Auxiliadora es una de las más apegadas a lo que ella es, porque es la mediadora de nuestras peticiones ante Jesús. Cada año en Honduras desde el 15 hasta el 23 de mayo, se desarrolla la novena dedicada a la Madre de Dios bajos esta advocación, tanto en la parroquia que lleva su nombre, como en las comunidades y grupos que la veneran y confían en su intercesión. La historia del establecimiento de la fiesta de María Auxiliadora se remonta a la Revolución Francesa, la cual había asestado un duro golpe a la Iglesia. En 1815, cuando la Iglesia había recuperado su posición y poder espiritual, el Papa, para manifestar el agradecimiento de todo el orbe católico a la Virgen María, bajo su advocación de Auxilio de los Cristianos y como un expreso reconocimiento de la infalible protección de la Madre de Dios, instituyó la fiesta de María Auxiliadora el día 24 de mayo, para perpetuar el recuerdo de su entrada triunfal a Roma al volver de su cautiverio en Francia.
Evangelización
La labor que Don Bosco y María Mazzarelo inculcaron en quienes continúan su legado, ha sido de impacto para tantas vidas que conocieron la espiritualidad salesiana gracias a ello. En el año 2022, las hijas de María Auxiliadora celebraron 150 años de ser amigas de la juventud. En esa ocasión, Alejandra Zepeda, exalumna del Instituto María Auxiliadora de Tegucigalpa, reconoce que allí aprendió mucho y se formó profesionalmente, pero además “Crecí espiritualmente de la mano de María, donde se me enseñó a ser una persona de bien y que mi actuar debe ser guiado por el amor de Dios”. Zepeda sostiene que su vivencia salesiana se define con esta frase “nunca se está sola, si vas tomada de la mano de María y esa fe, las hermanas la transmiten en la sencillez y alegría de servir, acercándonos a ella”. En la actualidad, la congregación femenina tiene presencia en 94 países con proyectos como oratorios, centros juveniles, escuelas, centros de formación profesional, obras y servicios para los jóvenes en situación de riesgo, entre otros. En Honduras, las hermanas cuentan con 7 comunidades a nivel nacional, tanto colegios como internados.
San Juan Bosco decía: “Propagad la devoción a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros”, y recomendaba repetir muchas veces esta pequeña oración: “María Auxiliadora, rogad por nosotros”. Finalmente, María, Madre de Dios, ocupa un puesto singular en la historia de la salvación. Es modelo de oración y de caridad pastoral, maestra de sabiduría y guía de nuestra Familia. Contemplamos e imitamos su fe, la solicitud por los necesitados, la fidelidad en la hora de la cruz y el gozo por las maravillas realizadas por el Padre. María Inmaculada y Auxiliadora nos educa para la donación plena al Señor y nos alienta en el servicio a los hermanos. Le profesamos una devoción filial y fuerte. (Const. 92).
1 Protección
María Auxiliadora es vista como una madre protectora que cuida y protege a los más vulnerables. San Juan Bosco, su principal promotor, enfatizó en su devoción a María Auxiliadora la idea de que ella era una fuente de consuelo y refugio para los pobres.
2 Inspiración
La devoción a María Auxiliadora ha inspirado numerosas obras de caridad y proyectos educativos en favor de los pobres. San Juan Bosco fundó las obras salesianas bajo la advocación de María Auxiliadora, estableciendo escuelas, oratorios y talleres que ofrecían educación y formación.
3 Intercesora
María Auxiliadora es conocida por su poderosa intercesión y la realización de numerosos milagros en favor de los pobres y necesitados. San Juan Bosco y muchos de sus seguidores han testimoniado cómo, a través de la oración y la confianza en ella, han recibido ayuda divina en situaciones de gran necesidad.
Consagración del templo
El 9 de junio de 1868, se consagró en Turín, Italia, la Basílica de María Auxiliadora. La historia de esta Basílica es una cadena de favores de la Madre de Dios. Su constructor fue San Juan Bosco, humilde campesino nacido el 16 de agosto de 1815, de padres muy pobres. A los tres años quedó huérfano de padre. Para poder ir al colegio tuvo que andar de casa en casa pidiendo limosna. La Santísima Virgen se le había aparecido en sueños mandándole que adquiriera “ciencia y paciencia”, porque Dios lo destinaba para educar a muchos niños pobres. Nuevamente se le apareció la Virgen y le pidió que le construyera un templo y que la invocara con el título de Auxiliadora.