El Padre Rodolfo Varela hoy en la Misa en la Basílica, en su homilía se refirió a lo que nos dice el autor del Eclesiastés con relación a los jóvenes.
El padre Varela dijo que hay una frase que dice que el tiempo perdido hasta los santos lo lloran, “hoy por hoy nuestra sociedad está llena de personas inmaduras y los estudios dicen que la madurez de la adolescencia que antes alcanzaba los 18, después se prolongó a los 21 hoy por hoy la madurez de los adolescentes se está alargando hasta los 27 años, una sociedad de personas inmaduras”.
Asimismo se refirió a un estudio para evaluar la madurez del adolescente del adulto joven, se basa en tres características:
La primera es la orientación a la que se refirió es el trabajo, “esta orientación al trabajo va a evaluar en el joven su sentido de responsabilidad y su sentido de deber, que tan maduro está en diferenciar la responsabilidad y el deber moral, la obligación civil y el deber espiritual, muchos jóvenes, no están maduros en ese sentido no se saben diferenciar entre uno y otro, incluso adultos de 30 años no llegan a diferenciar esto”.
La segunda característica que se evalúa es el nivel de autonomía, que es la capacidad que tiene el joven de tomar una decisión, sin verse influenciado hasta el extremo por sus papas o amigos, si no la madurez que el tiene para tomar decisiones por sí mismo.
La tercera característica que evalúan es el nivel de identidad que tiene el joven, es decir el conocimiento que tiene en sí mismo, muchos jóvenes hoy no se conocen a sí mismos, no saben quiénes son, no saben de dónde viene no saben a dónde van, no saben que quieren de quien es la responsabilidad de esto, pues ellos han sido educados por una generación de adultos, que quizás si alcanzaron la madurez en una etapa buena pero ha criado a sus hijos de una manera que no logra alcanzar la madurez en la etapa adecuada.
Entonces pareciera que nadie o todos son responsables aseveró y citó al Papa Francisco “dice así cuando nadie es culpable todos somos responsables, entonces toca esforzarnos por alcanzar una sociedad más madura por orientar a los jóvenes de hoy a que alcancen un nivel de madurez mayor para que sepan vivir el tiempo de forma adecuada”.
Si bien como dice el autor de Eclesiastés, “hay un tiempo para cada cosa, el tiempo corre y después vemos adultos jóvenes, con depresión con ansiedad, con frustración, porque llegaron a cierta edad, y no han logrado los objetivos que lograron papá, mamá, abuelos, abuelas a esa edad, porque hubo una sobre protección sobre esta juventud”.
El sacerdote señaló “se les protegió de tal manera que no se les enseñó a ser independientes, que no se les enseñó a ser responsables a tener deber, nosotros hemos de procurar tener ciudadanos maduros, porque la madurez también va a influir en nivel de buen cristiano que tengamos dentro de la iglesia.
Concluyó diciendo que si son ciudadanos maduros van a ser cristianos responsables también en la iglesia, porque si no, en la iglesia también van andar rebotando de grupo en grupo y no van a ser constantes en la oración ni en la comunidad.