“Hay que abrir nuestra mente a la voz de Dios, a la explicación de su palabra”

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El Padre Rodolfo Varela ofició hoy la Misa en la Basílica, en su homilía destacó “que en la vida uno no tiene que ser tan cerrado porque se le va a morir el cerebro, ni tan abierto porque se le puede caer”, hay que buscar el punto medio, pero los de la época de Jesús eran cerrados, ¿Cuál es el problema de una persona que es súper cerrada?  Esto se da en católicos y en no católicos.

Una persona cerrada sostuvo, no le gusta que le cuestionen sus ideas sus conceptos, se irrita se enoja y es lo que pasaba con los fariseos y los iletrados, cada vez que Jesús cuestionaba algo de lo que ellos hacían se irritaban y andaban buscando la manera de deshacerse de Jesús y así nos vamos a encontrar muchas personas en la vida, en el trabajo en la Iglesia en la familia, con los mismos vecinos.

“Cuando cuestionamos sus ideas nos los ganamos de enemigos, porque ellos no pueden ser cuestionados” las personas cerradas nunca preguntan, ellos lo saben todo, ellos afirman pero no preguntan, porque en ellos no cabe la ignorancia, ellos no pueden ser ignorantes, ellos lo saben todo, aunque no sepan nada y prefieren inventar sin reconocer que no saben, que reconocer su ignorancia.

Una persona cerrada cuestionó se molesta cuando lo cuestionan, porque las personas cerradas quieren que los entiendan, pero no buscan entender a los demás, no buscan comprender el pensamiento del otro, la formación del otro, la cultura del otro, solo quieren ser entendidos ellos.

Eso se da entre católicos y no católicos por esos se dan conflictos en no terminar entre ellos, porque ambas partes son cerradas a esos católicos cerrados y católicos no cerrados y jamás se va a convencer a un convencido, porque el convencido o cerrado tienen miedo a equivocarse no acepta que se equivoca y se va a cerrar en su postura en su idea.

El padre dijo que por eso Jesús no era aceptado en su tiempo, porque Jesús cuestionaba todo. Jesús preguntaba todo y cuando a Jesús le preguntaban Jesús salía con una sabiduría como la de Salomón, que así como la reina le preguntaba a Salomón y Salomón le respondía con tal sabiduría que la reina reconoció la sabiduría de salomón.

Esta gente del tiempo de Jesús no reconoció la sabiduría de Jesús porque estaban cerrados, la reina no, los habitantes de Nínive, reconocen la predicación de Jonás que es bueno lo que está predicando Jonás, porque esta gente no reconoce que es bueno lo que está predicando Jesús aunque sea distinto aunque sea algo nuevo pero es bueno.

El sacerdote dijo que hay que abrir nuestra mente en ese sentido a la voz de Dios a la explicación de su palabra para comprender lo que Jesús nos quiere decir y no cerrarnos en nosotros mismos, sin aceptar cuestionar sin aceptar dudas porque así no vamos a crecer y después vamos a ser tachados de soberbios ignorantes y a personas a las que nunca se les puede ganar porque están encerradas en sí mismas.

 

 

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