El Sagrado Corazón de Jesús es una devoción referida al corazón de Jesús, como un símbolo de amor divino. La devoción al Sagrado Corazón tuvo su origen en una corriente mística centrada en la persona de Jesucristo, que concebía el corazón como centro vital y expresión de su entrega y amor total. En tal sentido, la devoción al Sagrado Corazón refiere en particular a los sentimientos de Jesús, y en especial a su amor por el mundo, según lo resume el evangelio de San Juan.
El papa dijo en la Festividad del Sagrado Corazón, lo siguiente:
Este amor, esta fidelidad del Señor manifiesta la humildad de su corazón: Jesús no vino a conquistar a los hombres como los reyes y los poderosos de este mundo, sino que vino a ofrecer amor con mansedumbre y humildad. Así se definió a sí mismo: «Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón» Y el sentido de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, que celebramos, es que descubramos cada vez más y nos envuelva la fidelidad humilde y la mansedumbre del amor de Cristo, revelación de la misericordia del Padre. La fidelidad de Dios nos enseña a acoger la vida como acontecimiento de su amor y nos permite testimoniar este amor a los hermanos mediante un servicio humilde y manso.
Los precursores de esta devoción son San Agustín, San Bernardo, del siglo XII y en el siglo XIII San Buenaventura, franciscano, San Alberto Magno.
La Arquidiócesis de Tegucigalpa también cuenta con la congregación de misioneras del Sagrado Corazón de Jesús que fue fundado por el cuarto arzobispo de Tegucigalpa Monseñor Héctor Enrique Santos.
Oración al sagrado corazón de Jesús
“Oh Sagrado Corazón de Jesús,
fuente de la vida eterna,
Tu Corazón es un horno brillante de Amor.
Eres mi refugio y mi santuario.
Oh mi adorado y amado Salvador,
consume mi corazón con la llama
con la que se quema el Tuyo.
Vierte en mi alma esas gracias
que emanan de tu Amor.
Deja que mi corazón se una al Tuyo.
Deja que mi Voluntad se conforme
al Tuyo en todas las cosas.
Que Tu Voluntad sea la norma de
todos mis deseos y acciones”.