¡Feliz cumpleaños! hasta el cielo Monseñor Héctor Enrique Santos

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El 17 de agosto de 1916, nacía en Antigua Ocotepeque, uno de los hombres más ilustres que Dios ha entregado a la Iglesia Católica hondureña. Este año, estaría cumpliendo 105 años el cuarto Arzobispo de Tegucigalpa, Monseñor Héctor Enrique Santos.

Con motivo de su centenario de nacimiento, el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez afirmaba que “quienes lo conocimos, como director del Instituto San Miguel recordamos entrañablemente el entusiasmo catequístico, las artísticas veladas, teatros, zarzuelas, la vida de piedad y litúrgica, el deporte y un ambiente de estudio serio y exigente, todo bajo la mirada maternal de María Santísima Auxiliadora, a quien aprendimos amar desde nuestra niñez, animados por el ejemplo de nuestros educadores”

Asimismo, recordó su paso a la vida eterna, en donde dijo que “Él fue en todo momento mi gran maestro, mi padre, el día que muere, me puse a rezar el Santo Rosario con él y al concluir el quinto misterio se durmió dulcemente en el Señor, Monseñor está con nosotros,  él vive perennemente en el recuerdo agradecido de esta Arquidiócesis”

Fue Obispo de Santa Rosa de Copán de 1958 a 1962 Arzobispo de Tegucigalpa de 1962 a 1993. Su ordenación sacerdotal fue en 1947.

OBRAS DE MONSEÑOR SANTOS
• Incentivó la creación de la Universidad Católica
• Potencio la Radio Católica
• Apoyo las vocaciones sacerdotales y religiosas
• Promovió los movimientos eclesiales
• Fundó la Congregación de las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús
• Fundo el Seminario Mayor
• Trajo el grupo que inició  los Cursillos de Cristiandad
• Fundó las Comunidades Eclesiales de Base

BIOGRAFIA
Héctor Enrique Santos Hernández, nació el 17 de agosto de 1916, en antigua Ocotepeque, en el departamento de Ocotepeque, falleció el 10 de mayo de 2005, en Tegucigalpa. Fue hijo del matrimonio entre el señor Manuel Santos Aguilar y la señora Balbina de Jesús Hernández Pinto. Ingreso en el seminario recibiéndose de sacerdote Salesiano de San Juan Bosco en 1947.
El 12 de diciembre de 1958, en la Iglesia María Auxiliadora de Comayagüela es consagrado como obispo, y seguidamente en el mismo año elevado a Obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Copán, estando en esta comuna funda junto al Sacerdote y Licenciado Héctor Guillermo Chavarría el Instituto Salesiano Santo Domingo Savio para jóvenes varones, dicho colegio de segunda enseñanza, marcó tendencia al egresar de sus aulas una buena cantidad de graduados.  El 14 de febrero de 1952 el obispo Santos es nombrado como Director del Instituto Salesiano San Miguel en Tegucigalpa.
En el mes de enero de 1961, monseñor Héctor Enrique Santos Hernández, autorizado por la “Conferencia Episcopal de Honduras”, dispone la fundación de un Seminario Mayor Interdiocesano para alumnos de Filosofía y Teología. Además, firma un contrato con la “Conferencia Episcopal de Canadá” que ofrece construir un seminario y dirigirlo. Con esto se quiere responder a un llamado del Papa Juan XXIII a favor de América Latina. Por este mismo acuerdo se separan el Seminario Mayor y el Seminario Menor. Las primeras clases en los actuales edificios empiezan en julio de 1962, recibiendo el nombre de “Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa”.
Monseñor Santos Hernández en el mes de abril de 1961, preside el Primer Congreso Diocesano en Santa Rosa de Copán, con la presencia de obispos de Guatemala, El Salvador, y del país y contando con la asistencia del Presidente de la República doctor Ramón Villeda Morales.
1962. Héctor Enrique Santos, es nombrado como Arzobispo de la Arquidiócesis de Tegucigalpa. Compareció a las sesiones del Concilio Vaticano Segundo y dio gran aporte a la educación magisterial, como eclesiástica del país, comisionando al Obispo Auxiliar de Tegucigalpa Monseñor Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga para que coordinara la organización, creación y funcionamiento de la Universidad Católica de Honduras “Nuestra Señora Reina de la Paz”.
1993. Elevado a Arzobispo Emérito de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, hasta su fallecimiento en 2005.
El obispo Hernández fue condecorado con la Orden de Francisco Morazán, Grado Gran Cruz Placa de Placa, asimismo la comandancia de las Fuerzas Armadas de Honduras le reconoció su trayectoria nombrándole: Pastor y apóstol, Consejero, amigo y maestro’.

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