El matrimonio dentro de la Iglesia Católica es la unión de un hombre y una mujer para formar una sola carne. Esta alianza, ante los ojos de Dios, es tan sagrada que es incluso un sacramento, es decir, un signo visible de la gracia de Dios, la unión definitiva de Dios con los cónyuges para santificarse a través de esta vocación a la que han sido llamados.
El padre Santos Pablo Vásquez, asesor espiritual del Encuentro de Novios Católicos, considera que el miedo que la sociedad tiene hacia el sacramento del matrimonio es por la falta de compromiso, porque claramente lo que la Iglesia propone lo requiere. También la sociedad de consumo, porque todo tiene fecha de caducidad, temor por malas experiencias vividas y enfatiza en la última que el podría considerar como la más fuerte. “La falta de amor, porque cuando amamos agarramos el camino estrecho y angosto, cuando no, pensará siempre solo en usted”, puntualiza.
Fomentar la vocación matrimonial, es todo un reto en la actualidad porque la familia, que es la base de la sociedad, presenta muchas fragilidades por la falta de valores cristianos y morales. Los esposos son quienes deben dar el mejor testimonio a sus hijos de cómo vivir un matrimonio donde Dios sea el centro. Esta unión debe irradiar el amor mutuo de los esposos y fortalecido en la entrega, complementariedad, respeto y fidelidad porque el matrimonio es la plena donación de la unión.
Marco Andino, miembro del Movimiento Familiar Cristiano expresa que el matrimonio es un anhelo que había soñado, el cumplir el sacramento: “tener una familia y custodiarla es toda una realización personal y tener el compromiso de seguir formando buenos cristianos y honrados ciudadanos”.
1 Sacramento
El Matrimonio no se reduce solo a la noche en que es la boda y tampoco es un evento social, se trata de una alianza ante los ojos de Dios, el comienzo de un camino de santificación.
2 Determinación
Se trata de una decisión trascendental que durará para toda la vida, no debe ser tomada a la ligera ni por compromiso, debe haber preparación porque es como un salto de fe con Dios en el centro.
3 Entrega
El Matrimonio es donarse por completo, entregarse al cónyuge aprendiendo a morir a mí mismo para velar por el bienestar de quienes más amo. En la entrega se encuentra la plenitud.
Vocación: Camino de santificación
Una vocación bien vivida siempre desemboca en santidad. Por eso, al momento de unirse ante Dios bajo el Sacramento del Matrimonio, las parejas realizan un pacto de ser testimonios del amor de Dios dentro de la sociedad. Este llamado, debe vivirse con obediencia, fidelidad, perdón y donación con el cónyuge y los hijos.
