Llega la noche y quizás muchas parejas no se han visto durante todo el día. Ambos han vivido una extensa jornada en sus trabajos o en casa. En el caso de la mujer, es el tiempo ideal para conversar, pero hay un elemento que no los deja interactuar como pareja, este es conocido como “Phubbing”, que no solo afecta las relaciones de pareja, sino que según psicólogos también afecta mayormente a los hijos.
Para muchos el término “Phubbing” es algo nuevo y consiste nada más y nada menos en ignorar a una persona por prestar más atención al teléfono móvil. Es una combinación de las palabras phone (teléfono) y snubbing (hacer un desprecio). Es triste que la pareja o los hijos ahora sean víctimas de este fenómeno, pues las familias sin querer están descuidando su mayor tesoro: la comunicación.
Barrera
El consejero familiar Roger Martínez, opina que “El teléfono celular ha creado una serie de cambios y algunos no son positivos, pero con los miembros de la familia se ha generado un obstáculo y si nos ponemos a analizar las crisis que se generan al interno del hogar, en su mayoría son por una comunicación deficiente”. A criterio de este especialista, en las relaciones familiares los padres gastan mucho tiempo estando en la tecnología.
“Realmente los asuntos que se atienden en el celular son mucho menos importantes que la cercanía y la crianza de los hijos y la relación de pareja, pero ¿Qué hacer? Creo que es un tema de disciplina, de establecer rutinas sanas y horarios para el uso de la tecnología, porque sabemos que hay que estar comunicados”.
Respeto
Pareciera increíble, pero realmente se está luchando contra otra pandemia con este fenómeno del Phubbing y eso nos lo expresa el señor Eusebio Pérez, miembro del Movimiento Familiar Cristiano, quien considera que “Así como la tecnología nos viene a facilitar la comunicación también nos viene a distanciar, porque cada uno está sumergido en ese mundo de los celulares, cada quien se ha individualizado, todos piensan en el yo y si nosotros no fomentamos el diálogo en la familia, este irá desapareciendo, no perdamos el horizonte”.
Don Eucebio recomienda que se deben de respetar los momentos de las comidas en casa y las reuniones que tenemos como familia. “Que el celular no nos distancie, sino al contrario nos una, porque en algunos momentos no podemos vernos y no podemos hablar, pero a través de este medio nos podemos comunicar, que ese sea el fin para acortar distancias y no conversaciones”. De igual forma, agrega que “debemos revertir la situación y estamos a tiempo, pues no podemos vivir atados a la tecnología y permitir que ella desplace la atención que le tenemos a nuestra esposa e hijos”. Finalmente, el considera que estamos a tiempo en nuestra sociedad para poner las reglas, ya que con esto estaríamos cerrándole la puerta a este fenómeno que destruye las relaciones familiares.
Preocupación
Según los especialistas, este fenómeno arruina las relaciones y es que un estudio de la Universidad de Baylor, EE.UU. en el que se ha entrevistado a más de 400 personas, los resultados arrojan que el Phubbing genera conflictos entre parejas, lo que afecta a sus relaciones y también al bienestar personal. El 46,3 por ciento de los encuestados admitía haber sufrido Phubbing por parte de sus parejas y el 22,6 por ciento de ellos reconocía que les había “causado problemas” en su relación. Un 33,6 por ciento declaró haberse sentido deprimido al menos en alguna de las ocasiones en las que les habían phubbeado es decir, ignorado.
“Existe un tiempo y lugar para estar con la tecnología”
Según el Padre Luis Gutiérrez, Párroco de la comunidad Santa María Reina, uno de los riesgos que corre actualmente la humanidad es la tecnología y donde se ve reflejado es en la relación entre los esposos y los hijos. “Según estudios realizados, los padres pasan mucho tiempo con la tecnología y esto produce un daño entre las familias, pues impide tener un contacto cara a cara con los seres amados”. El Padre Gutiérrez opina que los niños intuyen cuando uno les está poniendo atención de verdad, es por ello que aconseja dejar un tiempo para poder estar con la tecnología y equilibrarlo siempre con el tiempo en actividades familiares.
