De acuerdo al Evangelio de hoy el Papa Francisco expresó que la astucia del administrador consiste en “hacer un descuento a los que están en deuda, y así se hace amigo de ellos, esperando que puedan ayudarle cuando el amo le eche”. Antes acumulaba las riquezas para sí mismo, ahora las usa para hacerse amigos que puedan ayudarle en el futuro. En el mismo camino: robar, ¿no? Y Jesús, entonces, nos ofrece una enseñanza sobre el uso de los bienes: «Haceos amigos con el Dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas.
Además dijo que “Para heredar la vida eterna no es necesario acumular los bienes de este mundo, lo que cuenta es la caridad que habremos vivido en nuestras relaciones fraternas. Esta es la invitación de Jesús: no uséis los bienes de este mundo solo para vosotros mismos y para vuestro egoísmo, sino utilizadlos para generar amistades, para crear relaciones buenas, para actuar en la caridad, para promover la fraternidad y ejercer el cuidado hacia los más débiles.”
El Santo Padre sostuvo que también hoy en día hay historias de corrupción como la que el Evangelio nos cuenta: conductas deshonestas, políticas injustas, egoísmos que dominan las elecciones de los individuos y de las instituciones, y tantas otras situaciones oscuras. Pero a los cristianos , dijo no se nos permite desanimarnos o, peor aún, dejarlo pasar, permanecer indiferentes.
“Al contrario, estamos llamados a ser creativos en el hacer el bien, con la prudencia y la astucia del Evangelio, usando los bienes de este mundo -no solo los materiales, sino todos los dones que hemos recibido del Señor- no para enriquecernos a nosotros mismos, sino para generar amor fraterno y amistad social. Esto es muy importante: con nuestra actitud, generar amistad social.”
Tras rezar el Ángelus, el Santo Padre dio gracias a Dios por el viaje a Kazajistán, realizado en días anteriores, y dijo que hablará de él en la Audiencia General del próximo miércoles.