El IV domingo de Adviento es un llamado a confiar en Dios

El Evangelio de la Anunciación es una invitación a aceptar la voluntad de Dios en nuestra vida

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Con el cuarto domingo del Adviento, damos fin a este tiempo de preparación y espera para acoger de la mejor manera al Salvador. Este recorrido que hemos emprendido para llegar a la noche de la Navidad no ha sido en vano, al contrario, hemos preparado el camino y acompañado a María y San José. La liturgia de la Palabra del inicio de este día, nos narra el Evangelio de la Anunciación, momento trascendental para la humanidad, porque el hijo de Dios se hace uno entre nosotros. Los días previos a la Navidad, son los más marianos de todo el año, porque “Todo gira en torno a la Virgen María, no por ella, sino por quien representa, pues en su seno encarnó al verbo”, manifiesta el Padre Juan Ángel López, párroco de la comunidad Sagrado Corazón de Jesús. “Dios vendrá a estar con ustedes, el redentor, el Emanuel, que significa Dios con nosotros”, puntualizó.

Confianza

La actitud de la Virgen María, completamente confiada en los designios de Dios, es admirable que, a pesar de ser sorprendida por la visita del Ángel Gabriel, muestra humildad y disposición para aceptar el plan salvífico Dios y, aunque no comprende completamente cómo sucederá esto, confía en la voluntad divina y lo expresa en sus palabras: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo según tu palabra”. Esto refleja una confianza profunda y una rendición total a la voluntad de Dios que es digna de imitar.

Fidelidad

La actitud de la Virgen María es de fidelidad a quien se ama, ella sabía y reconocía a Dios como su Padre para aceptar tremendo salto de fe que, aunque, humanamente hablando, como cualquier persona, seguramente sintió incertidumbre ante el mensaje del Ángel, pero su confianza en Dios superó todo lo que le inquietaba. La Virgen María con su modo de proceder, nos hace una fuerte invitación para aceptar la misión a la que hemos sido llamados, recordando las palabras que el Ángel menciona como una certeza para nuestras vidas “Para Dios no existe nada imposible” Por tanto, habiendo llegado al final del tiempo del Adviento, no queda más que acoger las palabras de la Virgen María con el Fiat voluntas tua y abrir el corazón para el nacimiento del redentor.

El Papa Francisco en torno a la Anunciación

“Dios vino a habitar entre nosotros gracias al ‘sí’ de María en la Anunciación. Es el ‘sí’ más importante de la historia, el ‘sí’ humilde que derroca el ‘no’ soberbio de los orígenes, el ‘sí’ fiel que sana la desobediencia, el ‘sí’ disponible que revierte

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