En el marco celebrativo de este mes misionero y tomando en cuenta la realidad nacional, es determinante recordar el llamado que el Papa Francisco nos ha hecho para la jornada del Domund de este año. “No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído”, expresó Monseñor Miguel Lenihan, Obispo de la Diócesis de La Ceiba y delegado Episcopal de las Misiones en Honduras.
Salida
Recordando también la unidad de toda la Iglesia latinoamericana y del Caribe en camino a la Primera Asamblea Eclesial, Monseñor Leniham señala que “todos somos discípulos misioneros en salida”. Así mismo, respecto a este tiempo de pandemia, cita las palabras del Santo Padre en el mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones del presente año: “Los primeros cristianos comenzaron su vida de fe en un ambiente hostil y complicado.
Historia de postergaciones y encierros se cruzaban con resistencias internas y externas que parecían contradecir y hasta negar lo que habían visto y oído”. De ahí que el obispo de La Ceiba enfatiza que “la pandemia, la situación política y social del país, nos plantean nuevos retos para la misión y ese es el de tener presente que con Jesús hemos visto, oído y palpado que las cosas pueden ser diferentes”.
Exigencias
La comunidad de hoy, exige discípulos misioneros en salida, con valentía y creatividad pastoral, superando los miedos y las inseguridades y que además salgan a cumplir con la misión que Jesús nos encomendó “Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia”, tal como lo describe el evangelista Marcos. Esta es la invitación que late en nuestras comunidades para ser una Iglesia en salida que va en búsqueda de aquel hombre y mujer que, en el encierro de su casa, va perdiendo su fe y esperanza. “Una comunidad misionera que lleva la luz del amor misericordioso del Padre que nunca nos ha dejado solos en este tiempo”, anotó monseñor.