El ayuno cuaresmal no es una dieta para ir a la playa en Semana Santa

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 “La ascesis cuaresmal es un compromiso, animado siempre por la gracia, para superar nuestras faltas de fe y nuestras resistencias a seguir a Jesús en el camino de la cruz” nos indica el Papa Francisco en su mensaje cuaresmal para este año 2023. Para vivir este ejercicio, el Pontífice nos recuerda que debemos dejarnos conducir por Él a un lugar desierto y elevado, distanciándonos de las mediocridades y de las vanidades.

Esfuerzo

“Es necesario ponerse en camino, un camino cuesta arriba, que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración, como una excursión por la montaña”, asevera. La Iglesia, que es madre y maestra, nos propone algunas prácticas propias de este tiempo litúrgico, para centrar nuestra mirada en Dios. La oración, la limosna y el ayuno, son esas prácticas que lejos de volverse rutinarias, son ejercicios de piedad que renuevan el alma y nos llevan a Dios. Cuando ayunamos, sentimos ese vacío que dejan los alimentos.

Esto indican algunos santos sacerdotes, debe llenarse con la oración, sin descuidar que, aquello que hemos privado de gastar, debemos ofrecerlo a los pobres, para enseñarnos que se complementan entre sí. El ayuno y la oración tienen como objetivo vaciar nuestro corazón para llenarlo de algo más valioso, de la presencia de Dios y así adquirir la generosidad para entregar algo de nosotros mismos a nuestros hermanos los hombres, para llevar en nuestra vida, palabras y gestos de bien y de amor, y así ser verdaderos reflejos de Dios en un mundo que busca excluirlo.

Abstinencia

Abraham Álvarez, seminarista de la Arquidiócesis de Tegucigalpa es tajante al señalar que, “El ayuno de Cuaresma no es una especie de dieta para ponernos en forma e ir a presumir nuestros cuerpos a las playas en Semana Santa, sino que es una manera de mortificar nuestro cuerpo y así dominar nuestras pasiones”. Esta ascesis, se realiza a ejemplo de nuestro Señor Jesucristo que ayunó en el desierto cuarenta días y cuarenta noches, por lo tanto, si lo vamos a hacer, que sea con ese firme objetivo de dominar nuestros deseos y compartir ese tiempo de comida que nos privamos con alguien necesitado, aseveró Álvarez. La hermana Elena Castro, misionera del Sagrado Corazón, añade que, “Ayunar no solo es dejar de comer, sino que debe ir acompañado de la oración, la cual tiene que ser constante para buscar nuestra conversión”.

Prácticas

La Iglesia nos manda a ayunar alimentos, pero también es una práctica loable, abstenerse de aquello que más nos gusta. Héctor Suazo, es un joven servidor de la Basílica de Suyapa, que nos recuerda que, el ayuno es parte de sacrificar algo, hacer algo que nos gusta, no necesariamente es dejar de comer, “sino que voy a ayunar con el hecho de dejar de usar redes sociales y ese tiempo se lo voy a dedicar a Dios. Estamos sacrificando un tiempo de nuestro gusto para dárselo a Dios” dijo. Xochil Evans, servidora de la Basílica de Suyapa, considera que este tiempo nos invita a renunciar de muchas cosas, “El camino es difícil, no solo es alimento, sobre todo y más importante es ayunar de pecar”.

1 Sentido

La Cuaresma nos recuerda los cuarenta días que el Señor se retiró al desierto en oración y ayuno, antes de iniciar su vida pública. La Iglesia nos invita cada año a unirnos a este Misterio de Jesús.

2 Ayuno

Ayunar significa abstenerse, privarnos de un placer alimentario o de cualquier otro bien o acción. Esta renuncia que hacemos, nos ayuda a hacernos cargo de nuestros propios apetitos de la naturaleza humana, debilitada por el pecado original.

3 Beneficios

El ayuno es beneficioso y recomendable. Nos permite llevar una vida más unida a Dios liberándonos de nuestro propio yo. Nos libera de nuestros apegos terrenales y de aquellas cosas que nos pueden tener atadas, produciendo a veces en nosotros sin saberlo, una falta de paz y nos abre el corazón, nos fortalece y edifica nuestra vida para los demás.

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