Editorial-Nuestra voz | Los retos de ser mujer y mamá en tiempos del COVID-19

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En la exhortación apostólica Amoris laetitia, el Papa Francisco señala que una sociedad sin madres sería una sociedad deshumanizada, porque ellas siempre saben testimoniar incluso en los peores momentos: la ternura, la dedicación y la fuerza moral. Ser madre no significa solo traer al mundo un hijo, sino es también una elección de vida, por eso hoy más que nunca, en este momento de crisis por la pandemia, cobran fuerza las palabras del Sumo Pontífice: “Un mundo que mira al futuro sin mirada materna es miope. La familia humana se fundamenta en las madres. Un mundo en el que la ternura materna ha sido relegada a un mero sentimiento, podrá ser rico de cosas, pero no rico de futuro”.

Sin embargo, la pandemia ha puesto de manifiesto y agravados problemas culturales en torno a la condición de la mujer, a las mamás les ha tocado tiempos que parecen surrealistas, es seguro que nadie imaginó en su sano juicio que esta situación podría darse y que se iba a extender por tanto tiempo, para muchas la maternidad se parece más a una película de terror que a un cuento de hadas.

Porque para atravesar en modo “mamá” una pandemia se necesita de superpoderes, pues los retos a veces superan las capacidades normales de un ser humano y exige sacar de algún lugar las fuerzas y el ingenio para sortear mil dificultades y pongo en el tapete el porqué. Están las madres que tienen niños enfermos o con capacidades diferentes, que además de darles de comer se suman los cuidados adicionales para evitar el contagio. Están las madres que se han enfermado durante la pandemia o las que temen haberse contagiado o que han perdido familiares o a su pareja a causa de esta situación.

Están las madres con bebés en casa que no paran de crecer y que las tienen absortas en sus cuidados, al grado posible de sentirse agotadas y con miedos diversos. Tenemos a las madres con hijos adolescentes que están en medio del tsunami de las hormonas, de los cambios y ajustes propios de la edad conviviendo y tratando de mantener la paz en medio de la tormenta. Están las madres que adicional a cualquiera de las situaciones anteriores tienen que trabajar y salir de sus hogares y que probablemente no tienen apoyo para cuidar a sus hijos, o que están sufriendo cambios en su estabilidad económica y emocional; madres que a lo mejor no viven en un entorno seguro y sufren violencia o están en situaciones de riesgo. Madres a las que les toca hacer lo mejor que pueden con lo que tienen, tratando de multiplicar los alimentos para que su familia coma un día más, enfrentando depresión, ansiedad y otros padecimientos que en 15 meses pueden haber alcanzado un nivel crónico, pero también hay muchas que quizás están en situaciones estables y seguras, transitando tiempos raros, pero en calma. Cada mamá atraviesa un camino distinto, cada una tiene sus historias en el día a día. Son tiempos únicos y diferentes a todo lo que conocíamos, no las descuidemos, ayudemos en las tareas de la casa y hagámoslas sentir únicas. ¡Feliz día Mamá!

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