La Misa de este miércoles 21 de octubre fue oficiada en la Basílica Nuestra Señora de SUyapa por el padre Rodolfo Varela que en su homilía se refirió a las experiencia feas que podamos experimentar es la pérdida de confianza en alguien cercano, llámese amigo, llámese familiar, llámese pareja.
El padre dijo que cuando se pierde la confianza en alguien que es muy importante para nosotros, cuando ha hecho algo que rompe nuestra confianza, es muy difícil recuperar esa confianza, no se recupera pidiendo disculpas.
“La confianza se va construyendo a lo largo de años, en esos años nosotros le vamos confiando, secretos le vamos confiando proyectos, le vamos confiando sueños a las personas, pero cuando a una de estas personas les hemos confiado algo importante nos falla, nos da miedo seguirle confiando cosas y ya no queremos y dudamos en confiar y cuesta recuperar la confianza” sostuvo.
Nosotros tenemos una ventaja en relación con Dios, aseveró, “Dios siempre confía en nosotros, fallamos pues levantémonos y Dios vuelve a tener la confianza, inmediatamente una vez nosotros nos hemos arrepentido, a diferencia de las relaciones humanas, que nos cuesta recuperar esa confianza, no creemos, nos cuesta de verdad de que estamos arrepentidos o que de verdad va a cambiar”.
El sacerdote confió en que hay tres cosas fundamentales que Dios nos ha confiado a nosotros, nos confía muchas cosas, pero de las fundamentales tres, primero nos ha confiado el don de la vida, Dios nos ha confiado a nosotros para que nosotros vivamos en plenitud, para que no busquemos daño a nuestro cuerpo, para que nosotros luchemos por nuestra vida y por eso nos ha dado el instinto de la supervivencia.
Además dijo que para luchar por nuestra vida, una vida digna, por eso la Iglesia siempre va a estar en contra de aquellas ideologías que promuevan la muerte, el aborto la eutanasia la eugenesia, nosotros no estamos para apoyar ese tipo de ideologías, porque Dios nos ha confiado la vida para saber administrarla, es una de las primeras cosas que nos confía.
En segundo lugar Dios nos confía su palabra, si bien es cierto desde que nacemos traemos la ley natural del bien y el mal para que quede más claro todavía nos revela su palabra para que sepamos cómo actuar, para que sepamos cómo hacer el bien, como evitar el mal, él nos ha confiado su palabra, que no rompamos la confianza en Dios.
En tercer lugar Dios, “nos ha confiado a nuestros hermanos a los que nos rodean, al prójimo, a la humanidad, no podemos caer en el síndrome como nos dice su Eminencia, de Caín, cuando Dios le pregunta por su hermano Caín ¿dónde está tu hermano? ¿Qué le respondió Caín “¿a caso soy yo guardián de mi hermano?””.
Si todos somos guardianes uno de los otros o como dice el Papa Francisco aquí no vale la filosofía del sálvese quien pueda, aquí todos somos hermanos Fratelli Tutti todos estamos llamados a velar por la vida del otro concluyó.