La corrupción en Honduras no parece llegar a su fin, considerado como un cáncer social que tiene a más del 70 por ciento de la población en condición de pobreza, más en medio de una emergencia sanitaria, donde las garantías constitucionales no son cumplidas. Escenario que ha llamado a reflexionar al Arzobispo capitalino, Óscar Andrés Rodríguez.
Lo que ha marcado mayor fuerza en la últimas horas, cuando una numerosa y jugosa comitiva de altos funcionarios y no funcionarios de gobierno regresaban de inaugurar la embajada hondureña en Israel, donde según un estimado del FOSDEH, se podo generar un gasto público de 10 millones de lempiras.
A lo que el actual gobernante hondureño Juan Orlando Hernández, sale a su paso, respondiendo que ha sido una buena inversión, apuntando que actuales funcionario y ex miembros de su gabinete, viajaron con recursos propios.
Dentro de esta gira, se visitó países como Alemania y España, en donde según el alto funcionario se buscó mecanismos y acciones para la generación de más empleos en el país, específicamente en la zona de Comayagua donde estaría funcionando el aeropuerto de Palmerola.