La historia se encarga de recordar y mantener relatos que se exponen con disciplina y buen estudio para el desarrollo de una comunidad y ejercer en el presente acciones para la conservación de sus patrimonios. El padre Fernando Velásquez, párroco de la comunidad Santo Tomás Apóstol de Catacamas, nos adentra un poco en la historia de Santa María del Real y su Iglesia Inmaculada Candelaria, en donde se combinan retazos de una historia que vale la pena ponerle atención, ya que con ello nos damos cuenta de quién somos, hacia dónde vamos y qué nos interesa conservar.
“En la antigua Iglesia de Santa María del Real, ubicada en la parte norte del pueblo a escasos dos kilómetros de la ciudad, específicamente en la comunidad llamada Pueblo Viejo, se cree que la gente emigró de este lugar por la aparición de un espíritu malo” relata el padre Fernando y re- cuerda que “la gente abandonó el pueblo y se sitúa en lo que hoy es Santa María del Real, donde descansan los restos de fray Juan Santa María y otros”. Según el presbítero, no había educación universitaria, pero si educación familiar. Este templo se terminó de construir en el año 1714 y en 1935 se hizo la torre.
Mucho tiempo después, la Iglesia su- frió un desnivel y en 1978 al gunas puertas se dañaron. En el año 1982 se hicieron algunas columnas de soporte interno. Bajo la administración del padre Fernando, el 1 de octubre del 2017, se hizo una remodelación quitando las bases internas, porque no iban de acuerdo con la parte antigua. Fue el 16 de enero del 2019 cuando se hizo la remodelación exterior y en el atrio entre otros espacios. El día viernes 15 de abril del 2022, fue decretada como ciudad eclesiástica, pero el 31 de mayo, un rayo impactó en la torre de la Iglesia causándole grandes daños por lo que recientemente se comenzó su reconstrucción.
