Una gran fiesta se vivió en el Polideportivo del Instituto San José del Carmen, lugar donde se desarrolló la Cuadragésima Quinta Ultreya Nacional de Cursillos de Cristiandad, celebrando también los 60 años de presencia de este movimiento en Honduras.
La jornada comenzó el sábado con una noche Mariana, contando con la participación de cursillistas de varias partes del territorio nacional y también hermanos de otros países que quisieron vivir este encuentro. La Eucaristía fue presidida por Monseñor Vicente Nácher, quien en su mensaje detalló la identidad de Cursillos de Cristiandad de esta manera “No es un movimiento acomodado de pescar en la pecera de la parroquia, sino en el océano de las calles, en la turbulencia de esas aguas de las redes sociales y del mundo acelerado actual, donde muchas veces los jóvenes son arrastrados y no pueden subsistir” además les dijo que el Inmaculado Corazón de María sea signo y esperanza, consuelo en el camino.
Llegado el domingo las actividades programadas iniciaron desde muy temprano, con testimonios, animación y prédica, la concurrencia este día fue mayor y el derroche de talento también fue notorio.
Las banderas con los diferentes colores que identifican al Movimiento Cursillos de Cristiandad flameaban mientras se daba a conocer que la sede para la próxima Ultreya será la Diócesis de Juticalpa. La algarabía era evidente, sobre todo en los miembros de esta porción de la Iglesia que peregrina en Honduras.
Luego de este anuncio, se dio paso a la Santa Eucaristía celebrada por Monseñor Jenry Ruiz de la Diócesis de Trujillo, quien resaltó la importancia deponer en práctica la Sinodalidad, y también manifestó que “Necesitamos al Espíritu Santo en la familia, en el trabajo y en todos los ámbitos, hay que pedirlo a cada momento para que la cobardía no inunde nuestro corazón”.
Y dejó un mensaje muy claro a los presentes “Si la Iglesia no es una familia, no vale la pena estar en ella. Si no hacemos de cada comunidad de cursillistas una familia, entonces; Cursillos de Cristiandad no vale la pena”.