Carlos Acosta: “No podemos dejar el país en manos de personas que lo están saqueando”

En Blanco y Negro entrevistamos al locutor Carlos Acosta, quien nos cuenta muchas etapas de su vida y la fe que tiene a la Virgen de Suyapa

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Conversar con Carlos Andrés Acosta es sencillo. No anda con poses sobreactuadas y denota mucha sinceridad cuando nos cuenta parte de su vida. Acosta es hoy por hoy, uno de los animadores radiales que goza de mucho prestigio, por su sello o estilo original. Jamás imaginó que su verdadera vocación la encontraría en una cabina.

La espontaneidad que le caracteriza, lo ha convertido en un icono en la audiencia de las mañanas y las tardes en los programas La Hora de Despertarte y La Hora del Té, aventura que inició como un pasatiempo empujado por sus inseparables amigos Marco Orellana y Fernando Varela.

Llegó a las instalaciones de Suyapa Medios con todas las medidas bioseguridad y con su peculiar voz saludaba a cada persona que se encontraba a su paso. Para Carlos, la pandemia del COVID-19 será diferente, no solo por la adversidad mundial, sino porque en medio de este torbellino de desesperanza él y su esposa Carolina recibieron la noticia que les cambió la vida por completo. 

Nació en Ecuador, pero desde los 14 años tiene sellado su pasaporte como hondureño.  Estudió en el Instituto Salesiano San Miguel, sitio que le ayudó a encontrar la fe.

Blanco y Negro: Bienvenido Carlos, ¿Cómo ha vivido la cuarentena?

Carlos Acosta: Tristes, porque con mi socio y amigo Fernando Varela teníamos varios pequeños negocios que habíamos puesto como restaurantes y lugares para conciertos. Tristes por esa parte, porque todo se detuvo. La gente tiene cansancio mental, quiere salir, quiere abrazar a esa gente que no han visto en estos seis meses, que se pasaron volando.

BYN: ¿Usted es hondureño?

C.A.: Yo nací en Ecuador, mi mamá administra hoteles y un día le dijeron que fuera administrar un hotel por dos semanas y se regresó después de 25 años, en esos años, nací yo. A los 14 me vine para Honduras. Ahora, haciendo un balance con la edad que tengo, voy a cumplir cuarenta, pues ya soy más hondureño.

BYN: ¿Cómo fue su niñez?

C.A: Bien… bien, soy hijo único viví con mi mamá y mis primos eran como mis hermanos. Una vez un ex jefe me preguntó cómo había sido mi niñez y me dijo: ¿tuviste comida?, ¿tuviste casa?, ¿tuviste educación?, entonces si tuviste todo, no tenés de que quejarte y tenía la razón.

BYN: ¿Cómo fue la transición Ecuador-Honduras?

C.A.: Cuando vine a Honduras, vine a conocer a mi familia que no conocía, habían tías, primos que no tenía relación con ellos. Estudié en el Salesiano San Miguel donde logré graduarme, me aguantaron los sacerdotes (risas) y yo estudiaba en un colegio Jesuita, así que la adaptación fue buena, pienso que Latinoamérica es un solo país que lo único que nos distingue son los acentos, somos una misma cultura.  

BYN: ¿Cómo llega a la radio?

C.A.: Yo estudié administración y para mí la radio era un hobby (pasatiempo) pero yo tenía mi trabajo que me tocaba ir formalito, hacer presentaciones etc. La vida te lleva a estudiar lo que te mantiene con un ingreso económico, estamos programados para eso, muy pocas personas han logrado decir trabajo en lo que me gusta. Por Marco llego a la radio, ya que pasaba por él para ir a la universidad, y él me decía que entrara a la radio, me decía “tomá el micrófono y decí hola”, yo decía hola, “poné una canción” y yo la ponía, un día me dijo “quédate a trabajar acá”. Cuando ya terminé las clases le di las gracias, pero le dije que no podía porque tenía que trabajar en mi profesión. Yo nunca me visualice que esto sería mi forma de ganarme la vida.

BYN: ¿Qué ocurrió después?  

C.A.: Un día me habló Fernando y me dijo que pondría un programa en la noche, me comentó que el programa iniciaría a las 6 de la tarde y me quedaba cerca de la oficina, acepté porque me gusta. Cuando menos esperé el programa había crecido tanto, gracias a Dios, fue una transición de 8 años y desde entonces formamos LHT producciones con toda su estructura. Nunca me imaginé que iba a terminar allí. Mi mamá siempre ha estado de acuerdo con lo que hago y mi esposa me dijo hacé lo que te gusta.  Si puedo dar un consejo es que, si un día usted puede trabajar en lo que le gusta, nunca va a trabajar.

BYN: ¿A usted le gustan las motocicletas?   

C.A.: La moto es una historia bien interesante, cuando yo andaba de novio con la ahora mi esposa, andábamos con ella en una tienda de motos que está en el bulevar Morazán y le dije: Esa es la Harley que me quiero comprar, y mi esposa me decía: si vos estás pensando en comprarte una moto antes que casarte conmigo, no estamos en nada… lo que ella no sabía que la moto yo ya la había pagado. A la semana le estaba proponiendo matrimonio, le decía que teníamos que casarnos ya… pero era, porque de la agencia me estaban llamando para ir a traer la moto. Pasaron unos meses nos casamos y a los dos días vino la moto y le dije: ¡Ah mira, me compré una moto también! Luego le conté la verdad.  

BYN: ¿Qué representa su esposa?

C.A.: Siempre he dicho que es un gran logro en mi vida, yo siempre quise ser novio de ella. Un día la vi y dije: si un día me caso, quiero casarme con una persona como ella. Pasaron años, ella tenía su novio, yo mi novia. Puedo decir que es un objetivo logrado el compartir mi vida con la de ella. Admiro mucho su dedicación, intelectualmente siempre me sorprende y nos llevamos súper bien, obviamente hay días que no y nos queremos tirar fuego. Nos casamos hace 6 años.

BYN: ¿Qué puede destacar del matrimonio de 6 años?

C.A.: Tantas cosas, siempre hemos dicho agarremos las cosas y vámonos de viaje a lo que salga, pero todo ahora se ha reducido a lo que nos pasó por el embarazo. Lograr el embarazo se nos hizo difícil en un principio, tuvimos dos o tres años en el proceso, hubo por ahí una operación… siempre he sido muy abierto en eso, porque sé que muchas personas están pasando lo mismo por este momento… fuimos al Niño de Praga a pedirlo, fuimos a Virgen de Guadalupe a pedirlo, venimos donde la Virgen de Suyapa a encomendarlo y ella tuvo la oportunidad de ir a Fátima también, pese a las dificultades nunca perdimos la esperanza. Rezar, tener fe y tranquilidad y pasó.

BYN: ¿Cómo recibió la noticia?

C.A.: El programa de la tarde lo hago desde la casa a las 5, como a las 4:57, Carolina me dice: “Tenemos que hablar”… pensé: ¿Qué hice? Ella ya había hablado previamente con el Doctor y me entregó los resultados ¡quedé frio a minutos de programa! Definitivamente los tiempos de Dios son perfectos, no fue cuando nosotros quisimos y cuando menos esperamos, ¡imagínese! en tiempos de pandemia. En la pandemia se me ocurrió todo, menos que quedaría embarazada. Va a ser niño y le llamaremos Samuel, porque bíblicamente tiene un significado o Andrés, son los nombres que van ganando. 

BYN: ¿Usted es gran Motagua y que tal que sale olimpista?

C.A.: Yo soy gran Motagua, haremos lo que esté en nuestras manos para que sea Motagua (Risas)… Carolina es Olimpia.

BYN: ¿Cómo inicia sus días?

C.A.: Trato de levantarme temprano para ir a correr, después no tengo cargo de conciencia y puedo comer lo que quiera, después me voy para la radio, en tiempos normales visito los pequeños negocios que tenemos.

BYN: ¿Y es actor también?

C.A.: No, no, no lo de actor fue una cosa de Marco, un día dijo: “hagamos una obra”, vos estás loco en mi vida he actuado… siendo honestos jamás pensé que tuviera el impacto que causó, que la gente pidiera la obra en San Pedro Sula o en otros lugares, fue una cuestión bien bonita porque se hicieron papeles a modo que ninguno actuara. El primer día estábamos nerviosísimos, fue complicado, ya el segundo día lo hacíamos tranquilos. Quisiéramos hacer otra obra estamos en deuda con ello, pero ahorita es complicado. Quizá el otro año.

BYN: ¿Es fácil emprender en el país?

C.A.: Consejo desde el punto de vista económico, yo no me tiré si no estaba cien por ciento seguro. Aquí es muy difícil, quisiera ser positivo, pero aquí hay 500 mil trabas y procesos obsoletos. La persona que tiene un negocio es la que va a dar trabajo a otras personas y es la que le va a pagar al Estado, deben de ser procesos más fáciles ya que todos comemos de ahí, pero hay procesos que no solo frenan al emprendedor, sino que a los cinco que pudo haber contratado, no solo de este Gobierno, es desde siempre.

BYN: ¿Qué opina de la corrupción?

C.A.: Es increíble el nivel de corrupción a los que estamos sumergidos. El uso de las redes sociales nos ha servido para darnos cuenta de cosas que antes no. La gente está mal. Lamentablemente no vamos para ningún lado, tiene que haber un cambio.

BYN: ¿Le gustaría participar en política?

C.A.: No. No por los momentos, no se me ha ocurrido, no me veo preparado. Siempre pasa que la gente buena no se quiere meter ¿Por qué? Porque quieren dormir tranquilos. Yo no quiero que el día de mañana me estén diciendo cosas, dudando de las cosas. El político en Honduras es mal visto, han de haber políticos buenos, ha de haber políticos que quieren sacar adelante el país, pero es una pequeña parte. Me han hecho ofrecimientos o al menos me han tanteado, pienso que se puede hacer algo desde una plataforma que no sea política, para hacer el bien no es necesario ser político. No podés dejar el país en manos de personas que lo están saqueando.

BYN: ¿Qué piensa del Papa Francisco?

C.A.: El Papa que ha rescatado a la Iglesia, su acercamiento con la gente, la humildad, el desprendimiento de muchos protocolos que ha tenido, han acercado a la gente a la Iglesia. Me gustaría estar con él en una Misa, verlo pasar. Con lo que esta haciendo será un Papa para la historia.

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