Editorial: Nuestra voz | Votar “con conciencia y dignidad”

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Después de la publicación este 10 de junio del comunicado “Las elecciones del Bicentenario” firmado por todos los obispos que forman parte de la Conferencia Episcopal de Honduras, a través del cual exhortan a los hondureños a votar “Con conciencia y dignidad” durante las elecciones generales del 28 de noviembre del año en curso; a no dejarse manipular y ceder a la tentación de vender el voto y a no elegir políticos que estén asociados con la corrupción y el narcotráfico; se ha desatado una interesante discusión y debate.

Hay quienes piensan que la Iglesia Católica no debe inmiscuirse en asuntos de política eleccionaria; los que concuerdan totalmente con los conceptos emitidos en el comunicado por motivaciones partidistas sectarias, los que piensan que la Iglesia se ha mantenido en silencio durante años, haciéndose cómplice con el Gobierno de turno de tal forma que con esta publicación se han puesto, por fin, del lado del pueblo y los que hacen un análisis sin sesgo ideológico descubriendo la grandeza de la buena nueva y de la importancia que tiene despertar la conciencia de un pueblo que necesita encontrar su camino y tomar las riendas de su destino, guiado por hombres y mujeres revestidos de una sólida moralidad y ética profesional.

Para quienes piensan que no es correcto ni adecuado que nuestros sacerdotes y obispos manifiesten opiniones y consejos de cómo elegir a nuestras autoridades y hacerlo de manera consciente y responsable, debemos tener presente que nuestro enfoque de los problemas contemporáneos se fundamenta, ante todo, en nuestra identidad como seguidores de Cristo y como hermanos y hermanas de todos los que está hechos a imagen y semejanza de Dios.

Es un llamado para todos los católicos, incluidos aquellos que buscan una posición pública porque nuestra participación en los partidos políticos u otros grupos a los que pertenezcamos debe estar influenciada por nuestra fe, no al revés. La intención es formar la conciencia para ser ciudadanos fieles, se busca ayudar a los católicos y ciudadanos de buena fe, a formar su conciencia, aplicar un marco moral consistente con los problemas que enfrentamos como nación y moldear nuestras decisiones electorales a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia Católica. Ante la crisis que Honduras enfrenta “A consecuencia de una política de Estado deficiente y frustrante, a consecuencia de la pandemia del Covid-19, y del paso de los huracanes Eta e Iota”, estamos llamados a caminar y tomar conciencia del valor de nuestra capacidad de elegir y no solo de votar.

A todos los niveles de la sociedad, somos conscientes de una gran necesidad de liderazgo que demuestre el amor por la justicia (Sabiduría 1, 1), así como las virtudes de la justicia, la prudencia, el coraje y la templanza. Nuestro compromiso, como personas de fe, es el de imitar el amor y la compasión de Cristo, que debe desafiarnos a servir como modelos de diálogo civil, especialmente en un contexto en que el discurso se está erosionando a todos los niveles de la sociedad.

En todos los ámbitos de la vida, los católicos podemos aportar nuestra fe y nuestra coherente actitud de honestidad y moralidad para contribuir a este importante trabajo en nuestras comunidades de manera permanente, no solo durante la temporada electoral.

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