La espiritualidad cuaresmal, preparó a la feligresía católica con invitaciones a la oración, la limosna y el ayuno. Estas dos últimas se pueden convertir de manera directa en solidaridad. Según Ariana Ponce, presidenta de la Fundación Angelitos, una institución que colabora de forma directa con el área de recién nacidos del Hospital Materno Infantil, “Para una vivencia integral de los misterios de Jesús en su parte culmen de su misión redentora, es necesario que cada año, al llegar este tiempo, recordamos que debemos dejar nuestros propios intereses y comodidades para darnos por completo a los demás, sobre todo para ayudar y llevar esperanza”. Ponce también expresa que “hay que dejar que la solidaridad deje de ser un sustantivo más y convirtámoslo en una acción capaz de cambiar al mundo”.
Especial
“La Semana Santa y su experiencia solidaria con quien sufre, puede dar el banderillazo para que se cree un modo de vida al servicio”, así lo interpreta Marizela Turcios, coordinadora de Cáritas Suyapa al decir también que “no hay que cansarnos de llevar a la práctica las virtudes humanas, haciendo el bien, sirviendo a nuestros hermanos y cumpliendo con el principio que manda la Iglesia: opción preferencial por los pobres”.
El Padre José Avilio Zambrano, Párroco de la comunidad San Pedro Apóstol de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, opina que “Este es el momento de caminar juntos, formar una sociedad más justa y de paz compartiendo con el que más sufre, para actuar como el Cirineo y La Verónica. Ese caminar con Jesús los muestra solidarios y se hacen uno con Cristo”. El Presbítero Zambrano también invita a “colaborar con las necesidades de la Iglesia, las obras de apostolado y caridad que aportan un granito de arena a la evangelización parroquial”. El Padre Avilio concluyó expresando que “Con un corazón dispuesto a ayudar, se puede contemplar de mejor manera la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor”.
