Fue un santo dominico con espíritu eminentemente contemplativo, que tuvo como
maestro a San Alberto Magno. Para él no había dualidad ni oposición entre la oración y el estudio, como no la había entre la acción y la contemplación: su estudio era oración,
y su oración era estudio.
Por eso estudiaba y oraba siempre, salvo un tiempo breve para el descanso. Como se dice bellamente de él: “oraba como si nada tuviera que esperar de su trabajo, y trabajaba con la misma aplicación que si la oración no pudiera bastarle para llegar a la ciencia más perfecta”. En los últimos años de su vida sobre todo, el estudio quedó absorbido por la oración y ésta por su forma más alta y elevada, que es la pura contemplación. Sabiduría, caridad, paz: he ahí las tres notas características y dominantes de la vida espiritual de Santo Tomás.
No faltaba más que quitar las amarras del cuerpo mortal para que su espíritu volase hasta la presencia inmediata de Dios, traduciendo la contemplación en visión beatífica, lo cual aconteció el 7 de marzo de 1274, en el monasterio cisterciense de Fossanova, cuando iba camino del Concilio de Lyón. Es el patrono de los estudiantes y centros católicos (León XIII) y Doctor de la Iglesia (San Pío V). Sus restos se trasladaron a la Catedral de Toulousse.
En una ocasión un estudiante pidió consejo a Santo Tomás para conseguir la sabiduría. Sus consejos responden a lo que él realmente estaba practicando. Son los siguientes:
1. No quieras entrar inmediatamente en el mar, sino a través de los riachuelos, pues a lo difícil se debe llegar por lo fácil.
2. Te mando que seas taciturno (callado, observador…) y que vayas poco al locutorio.
3. Procura tener limpia la conciencia.
4. No dejes de dar tiempo a la oración.
5. Ama el retiro prolongado de la habitación si quieres entrar en la bodega de la sabiduría.
6. Muéstrate amable con todos.
7. No te preocupes de las cosas de los demás (de las habladurías y cosas sin importancia…)
8. No te muestres demasiado familiar con nadie, porque la excesiva familiaridad engendra desprecio y resta tiempo al estudio (de dar “ciertas confianzas” a personas con las que no
hay amistad…)
9. No te entrometas en modo alguno en los dichos y hechos de los seglares.
10. No quieras tratar de todo a la vez.
11. Procura seguir los pasos de las personas buenas y santas.
12. Encomienda a la memoria todo lo bueno que oyes, venga de quien venga.
13. Procura entender lo que lees o escuchas.
14. Clarifícate en las dudas.
15. Esfuérzate en colmar la capacidad de tu mente, cual deseoso de llenar un vaso vacío.
16. No intentes hacer lo que supera tu capacidad.