El Padre Rodolfo Varela ofició la Misa en la Basílica Nuestra Señora de Suyapa hoy en la homilía sostuvo que para la época del pueblo de Israel la muerte no solo es a nivel biológico también es a nivel emocional y espiritual.
Por eso San Juan en el Apocalipsis dice: “conozco tus obras, en apariencia estas vivo pero en realidad estás muerto, ponte alerta y reaviva lo que queda y está a punto de morir”, cuántas personas no andarán así por la vida que parecen que están vivos, pero en realidad están como muertos por dentro sin vida sin ánimo sin esperanzas sin alegría, sin motivación para vivir, sin metas claras sin sueños sin proyectos, amargados por dentro comentó.
Todo en la Biblia tiene su razón de ser aseguró, nada está escrito allí de gusto, dice el Evangelio, que Zaqueo subió a un árbol para verlo, pero en el griego nosotros encontramos que era un árbol de sicomoro, es un árbol que produce una especie de higo.
El padre manifestó que este higo que produce el sicomoro, es muy parecido a la papaya, en función de que a la hora de cosechar el fruto, si está verde como la papaya, ¿Que hay que hacer con la papaya cuando está verde? Hay que rajarla, hacerle pequeñas hendiduras, para quitar la leche y la amargura, lo mismo hay que hacer con este hijo del árbol del sicomoro.
Esto es lo que hizo Jesús con Zaqueo, “los liturgistas hicieron un gran trabajo al conectarlo, lo que dice Juan en el Apocalipsis, con la historia de Zaqueo, un hombre que quería conocer a Jesús pero que era conocido, públicamente como pecador, si alguien ha construido sus riquezas, a punta de estafa de engaño de opresión, no es realmente feliz, es una persona que vive amargada por dentro.
Además dijo que una persona que es infeliz y trata de hacer infeliz a los demás, hoy Jesús saca la amargura de Saqueo y logra la conversión, hace que Zaqueo se arrepienta y dice “voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres”, era un hombre muy rico de hecho porque va a dar la mitad y todavía va a devolver cuatro veces a quienes haya estafado, por eso Jesús dice “hoy ha llegado la salvación a esta casa”.
¿Eres una persona que vives amargada por dentro? Jesús está diciendo “mira que estoy a la puerta y llamo, si me dejas entrar entraré y comeré contigo”, es lo que hizo Zaqueo, le abrió las puertas de su casa al Señor, para que el Señor entrara y comiera con él, y botó la amargura hubo conversión.
¿Quieres reanimar tu vida?, ¿Quieres dejar de ser un vivo que parece un muerto?, “deja entrar al Señor a tu corazón”, muchas veces nos empecinamos, sin luchar contra nuestra amargura, si nosotros queremos desaparecer la amargura, debemos entrar al Señor y poner nuestra mirada en Cristo. sostuvo
El sacerdote manifestó que cuando ponemos la mirada en Cristo nuestra amargura desaparece por añadidura, porque nuestra meta es Cristo ya no es la amargura, Cristo bota la amargura, tú céntrate en Cristo, déjalo entrar, para que dejes de ser tibio, o dejes de ser malo en obras ante los ojos de Dios y cuando Dios ya ha entrado, la salvación también ha entrado también en tu vida.