El 1 de mayo, la Iglesia católica celebra la fiesta de San José Obrero, santo patrono de los trabajadores e intercesor de los que carecen de empleo
El recorrido de San José, es festejado por los feligreses como el patrono de los trabajadores por su provisión brindada a la vida de su esposa María y a su hijo Jesús, además de transmitir al Hijo del Hombre el conocimiento y el valor del trabajo.
Profesión
El presbítero Ricardo Sevilla Chang, párroco de la comunidad de San José Obrero de esta capital, nos dice que “Podemos decir que a San José le debemos la manutención de Jesús y María, además del cuidado de todo”. El padre Ricardo también agrega que “este santo era alguien de vocación humilde y sencilla a través de su profesión como carpintero”.
San José, es catalogado como un modelo de inspiración para todo aquel que quiera asumir un trabajo, Janeth Matute, coordinadora de la comunidad de Santa María Magdalena, nos expresa que “No es solo el hecho de orar para conseguir lo que pedimos, sino, por medio del llamado a la acción con misericordia al prójimo, como él lo hizo”.
Dignidad
Cuando hablamos de desempleo, nos referimos a una ocasión propicia para pedir por la intercesión de San José ante Dios y ganarse dignamente la vida cotidiana. “Se que estas personas, no son desatendidas en su oración”, nos comparte Jorge Hernández, coordinador del coro en la parroquia San José Obrero, haciendo énfasis en que la empresa privada y el gobierno deben de velar por la dignidad de los trabajadores.
El deber del trabajo es una actividad auténticamente humana. Esta brinda satisfacción y realización al corazón que sabe discernir, para no verlo como un instrumento de esclavitud. Así como San José, las personas deben mantener la mirada en el cielo y trascender de lo material, ya que Dios recompensa todo esfuerzo para el bien común.
