Esta insólita pregunta se la ha hecho más de alguna persona, preocupada porque se ha quedado dormida mientras hacía oración. Algunos piensan que esto podría ser pecado o una falta de respeto a Dios. Para responder la pregunta sobre qué sucede si me quedo dormido cuando rezo el Rosario, es importante recordar las palabras de Santa Teresita del Niño Jesús, “al Señor, a Dios, al Padre le gusta cuando uno se duerme rezando”.
Es por ello, que es importante que el descanso y el sueño, si se ofrecen a Dios, se convierten en oración. Lo dice la Biblia y está corroborado por muchos santos. Como no recordar el caso de San José que Dios le hablaba a través de los sueños y por medio de los ángeles. En la Biblia Dios habla muchas veces en sueños a los profetas, como se puede ver en el libro del Génesis. O cuando habla a Aarón y a María (Núm, 12, 6): “Oíd mis palabras: si uno de vosotros profetizara, yo me revelaría en él en visión y le hablaría en sueños”.
El Papa Francisco en cierta ocasión, mencionó que “Cuando voy a rezar algunas veces me duermo”. Asimismo agregó que “Esa es una de las muchas maneras de santificar el nombre de Dios, sentirse niño en sus brazos”.
Al escribir esta nota, me trae muchos recuerdos, entre ellos, un caso muy recordado de mis tiempos de misión, es con una familia de una aldea llamada el Guayabo, cerca de San José de Soroguara al norte de Tegucigalpa. Una familia de cinco hijos, que acostumbraba a rezar el Rosario todos los días en familia. El hijo menor, siempre se encargaba de rezar el primer misterio, porque luego se quedaba dormido, mientras la familia rezaba. Esa imagen me recuerda que no pasa nada si uno se queda dormido mientras reza, porque Dios conoce el corazón de cada persona y aún en ese descanso, uno da gloria a Dios.
Catholic Link comparte esta divertida imagen de quienes se quedan dormidos rezando el Rosario. 
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Reza en una hora del día donde puedas enfocarte: tal vez en la mañana al empezar el día o justo cuando termines tus labores o tu trabajo.
Elige un lugar propicio: una capilla o un lugar asignado de tu casa (que no sea tu cama).
Procura que el lugar sea silencioso y libre de distracciones. Evita sitios llenos de gente, donde haya mucho ruido o lugares que te recuerden tus tareas por hacer.
