Cada 20 de octubre se conmemora el día internacional del chef, aquellas personas apasionadas por la buena cocina, que, se especializan en brindar crear obras de “arte culinario” para complacer los paladares de sus comensales. Entre ellos, hay algunos que siguiendo la voluntad de Dios han alcanzado la santidad, sirviendo exquisitos platillos y sobre todo, procurando que nadie sufra de hambre. Es por ello que te presentamos a cinco santos, que desde la cocina, han demostrado sus virtudes, no solo con las cacerolas, sino en su vida misma.
5. San Pascual Bailón
“San Pascualito Bailón, báilame en este fogón. Tú me pones la sazón y yo te bailo un danzón” dice un adagio popular, es que este santo, conocido por ser patrón de los chef, él se caracterizaba por cocinar con alegría y buen corazón, además de repartir las sobras de los conventos entre los más necesitados. Siempre pedía ser el cocinero de la casa y cuentan que tenía una fe y devoción tan grande que, cuando preparaba algo, siempre rezaba y a veces hasta bailaba alrededor del fuego. Debido a ello, descuidaba a menudo los últimos pasos de sus platillos y los ángeles, al ver eso, bajaban y terminaban de sazonarlos.
4. San Lorenzo de Roma
En el año de 258 el alcalde de Roma, que era un pagano, le exigió todo el oro y toda la plata que la iglesia tenía, para ello Lorenzo le pidió tres días, tiempo en el que reunió a todos los pobres, lisiados, mendigos, huérfanos para sustituirlos por el oro y la plata. Cuando llegó el alcalde, quien se frotaba las manos por el botín y contempló la escena, se enfureció tanto que mando a matar, de manera que sufriera, a Lorenzo. Así fue como lo quemaron en una parrilla hirviendo. Mientras estaba sobre la parrilla dijo: “Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacía el otro lado para quedar asado por completo”.
3. San Antonio Abad
Se le conoce como el Patrón de los carniceros, ya que generalmente va acompañado de un cerdo que lleva una campanita al cuello. Dicha representación tiene su origen en el hecho de que la antigua Orden hospitalaria de los “Antonianos” criaba cerdos en los centros habitados, ya que la grasa de estos animales se usaba para ungir a los enfermos de ergotismo.
2. San Horonato
Es conocido como el patrón de los panaderos, fue obispo de la localidad francesa de Amiens allá por el siglo VI. Según cuenta la tradición, durante su consagración, Dios quiso confirmarle con un prodigio, y los asistentes vieron descender sobre su cabeza un rayo divino y un aceite misterioso. Cuando se supo en Port-leGrand que había sido proclamado al episcopado, su mamá, que estaba en esos momentos cociendo pan en la casa paterna, acogió la buena nueva con completa incredulidad, y dijo que sólo se lo creería si la requemada pala para hornear que tenía en la mano echase raíces y se convirtiese en árbol. Fiel a su palabra, a continuación plantó en el patio de la casa la pala, convirtiéndose en una morera que pronto dio flores y frutos. Todavía en el siglo XVI se seguía enseñando este árbol en la casa paterna de San Honorato.
1. Santa Marta de Betania
Es patrona de cocineros, camareros y camareras. Su fiesta se celebra el 29 de julio. Según la tradición Marta, María y Lázaro a menudo festejaban a Jesús y sus Apóstoles en la cena. Un día, María parecía estar eludiendo sus deberes en la cocina y Marta instó a Jesús a pedirle a su hermana que le ayudara. Jesús amonestó suavemente a Marta diciéndole: “Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada” (Lucas 10: 38-42).