La Alianza de Comunicadores de Centroamericana y El Caribe, ALIADOS, cerró este 2020 con la publicación de su estudio Proyección de la Comunicación Empresarial en Centroamérica y el Caribe, que recopila las decisiones y lineamientos asumidos por varias industrias representativas de: telefonía, alimentos, turismo, agroindustria y consumo masivo, entre otras.
La investigación la conformaron siete países: Panamá, El Salvador, Honduras, Guatemala, Costa Rica, República Dominicana y Nicaragua.
El estudio arrojó un dato interesante, y es que en todas las naciones las personas vinculadas a la Comunicación Organizacional o bien, quienes lideran las decisiones directas sobre este rubro son mujeres y en una brecha amplia del 74% sobre un 26% contra los hombres.
Con relación a quienes dudaban que alguna compañía de la región no hubiese hecho ajustes a partir de la pandemia, la investigación confirma, con el 94% de los encuestados, que la práctica empresarial es diferente a raíz del COVID 19 y esa diferencia radica en que hoy las empresas son: flexibles, practican el trabajo remoto y promueven la austeridad.
Por otro lado, a pesar de que un 63% de la muestra aseguró que sus ventas se desplomaron, el restante 37% afirmó no haberse visto afectado por la pandemia, y pueden ser bastante predecibles los rubros menos golpeados por LA COVID-19; telefónica y alimentos esenciales. Sin embargo, esa leve afectación no solo es circunstancial, sino que obedece a agilidad en estrategia e innovación en canales de venta, junto a la pronta atención de la necesidad de los usuarios.
Lo anterior da paso al auge de una era digital vista como una plataforma de convergencia segura y completa, con retos y oportunidades, sí, pero al final segura. Durante los primeros meses de este año, el único lugar seguro para desplazarse era en el entorno digital, prácticamente solo allí no había riesgo de contagio de LA COVID-19. Fue a través de los dispositivos tecnológicos conectados a internet que el mundo pudo continuar con su vida.
En la actualidad gran parte de las organizaciones consultadas aseguraron estar invirtiendo en campañas digitales mayoritariamente y con un alto componente audiovisual, por lo que la creatividad e inversión en ese formato se mantiene, lo que se sacrifica es la inversión en medios tradicionales. Quizás esta decisión puede despertar una oferta más atractiva que conjugue con esa austeridad que buscan las marcas.
En el 2021 las empresas aseguran que mantendrán su participación y organización en webinars en primer orden con un 77%, están convencidas de seguir invirtiendo en capacitación virtual lo cual es una excelente noticia para el talento y rompe con el paradigma de lo presencial versus lo virtual. Este componente de capacitación representa el 60% de las respuestas. El tercer lugar lo tienen las entrevistas uno a uno con un 44%. Esa es una muy buena noticia para periodistas y audiencias, pues se advierten notas más profundas con acceso a fuentes internacionales con mayor facilidad que antes.
Por último, con un 34% seguiremos viendo conferencia de prensa virtuales, lo cual también es un nuevo estilo de informar, rompiendo barreras de movilización y abriendo la posibilidad de romper fronteras con mayor facilidad. Además, promueve el networking entre profesionales de la comunicación y fortalece al gremio.
“Los webinars a pesar de su rápida proliferación han tenido también una rápida evolución y ajustes, en muy poco tiempo se dio lo que en otro contexto nos hubiera tomado mucho más, si pensamos en meses atrás, el primer webinar al que asistimos probablemente viene a nuestra mente más de algún inconveniente técnico, hoy participamos en uno y cuenta con una cantidad de filtros y ajustes que facilitan la fluidez y eso se dio en días, podría asegurar que en horas. Esa rápida adaptación a las necesidades, ajustes a la medida, fácil manejo, amplia cobertura y gran penetración es lo que les atrae a las empresas y podría agregar un elemento aún mejor, baja inversión, esa es una de las herencias significativas de esta pandemia que vino para quedarse”, expresó Xochilt Gutiérrez, directora de COMUNICA, co-investigadora del estudio y miembro fundador de ALIADOS para Nicaragua.
En otro orden, Wendy Brizuela, directora Nex Fundraising El Salvador, co-investigadora y miembro fundador ALIADOS para El Salvador, detalló: “Si hubo un momento para destacar la profesión fue durante LA COVID-19, incluso aún está vigente. Quien administra, lidera y gestiona la comunicación en las organizaciones es clave para el manejo de la estrategia global de comunicación. La pandemia no ha terminado y las crisis no paran aquí, nuestros ojos vieron lo que nunca pensamos ver; y prepararnos precisamente para eso, para lo que no podemos anticipar, ese es el rol del estratega.
Por otro lado, los medios tienen ahora menos obstáculos que antes y las empresas también tienen menos pretextos y más oportunidades de fomentar su credibilidad. Las barreras cayeron, las distancias físicas se fueron, el pánico escénico se minimizó e inclusive el impedimento del idioma se desvaneció gracias a las plataformas digitales que facilitan todo para entrevistar a un especialista o bien, para sostener una importante y entretenida conferencia de prensa internacional”.
Hoy las organizaciones están empoderadas sobre las herramientas y canales elementales de comunicación, así como la bioseguridad se volvió de primer orden, el manual de crisis se hizo también indispensable si se desea preservar una estabilidad reputacional y por consiguiente una sostenibilidad financiera.
Aunque no haya un desborde presupuestario en las áreas de Comunicación, hay una conciencia más real de la importancia de ésta en el entorno corporativo, pero más aún un pleno convencimiento de cómo esta ayuda de forma transversal a mantener la calma, estabilidad y visión en momentos de pánico, como el vivido durante el 2020.