Urge impulsar una pastoral de los alejados en nuestra Iglesia

Es un camino largo, difícil, pero son necesarios que hay que hacer, son caminos eminentemente misioneros

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En la actualidad, la sociedad, presenta una gran problemática, conocida por muchos como secularismo, de la cual Benedicto XVI decía que, provocaba que, “La fe se transforma en aceptación pasiva de que ciertas cosas allí fueran son verdaderas, pero sin relevancia práctica para la vida cotidiana”. Al observar la realidad, no solo habla de un abandono de la fe, sino de cualquier apego a lo trascendente, de un arrinconamiento de Dios.

Accionar

Ante esta triste y dura realidad, es imperioso en estos tiempos, procurar construir una pastoral de los alejados, que propicie, inspirados en el Evangelio, ir constante- mente por aquella oveja que se ha perdido, que no encuentra el camino y que, en definitiva, ha dejado enfriar el amor. Bien lo dijo Jesús en el Evangelio (Mateo 24,12), “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”.

Para el padre Bernardino Lazo, director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP), hay que tener varias actitudes para lograr esta misión. La primera actitud que hay que tener con la gente que se va de la Iglesia por cualquier motivo que sea, “Es la actitud del buen pastor, que tiene las puertas siempre abiertas, esperando que sus hijos e hijas, esperando que las ovejas vengan a la casa. Una segunda actitud, es ir a buscarlas, pero como ir a buscarlas, es la actitud del pastor, que va a los lugares donde está la oveja herida, que se ha dispersado, que se ha ido, para conocer su historia, su contexto, sus caminos, por donde anda, por donde tiene comprometida su vida, su existencia”.

Corrección

Si bien es cierto, en muchas ocasiones, lo que provoca que una persona se aleje, no es su fe en el Señor sino el testimonio de los hermanos, es imperioso revisar esto afirma Abraham Álvarez, seminarista de la Arquidiócesis de Tegucigalpa. “Tenemos que poner mucha atención a las razones de porque se fueron, porque si bien es cierto, mu- chas veces pueden ser cosas infundadas, inmadureces o cosas dichas en general que ellos se lo tomaron persona- les, también no en pocas ocasiones, se da que tienen razón de haberse ido por algunas cosas que hicimos mal o que dejamos de hacer. Por lo tanto, debemos tomar en cuenta esas razones para corregirnos y para esforzarnos que eso no vuelva a suceder”, dijo Álvarez.

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