Una vocación forjada en el deseo de enseñar

El Padre Edgar Moisés Sánchez soñó con ser maestro, y hoy guía las almas del pueblo de Dios

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Jesús pone en el corazón de los que llama, el deseo o inquietud por seguirle y espera de cada persona una respuesta al proyecto de amor y misericordia que ofrece. El Padre Edgar Moisés Sánchez, dijo “sí” a este proyecto y desde ese entonces afirma que es completamente feliz.

Orígenes

En su familia lellaman más por el nombre de Moisés, es originario de una aldea perteneciente al municipio de Orocuina, Choluteca. Es el mayor de siete hermanos y desde niño colaboró en su hogar, en los trabajos de agricultura mientras cursaba sus estudios. Sus padres, de formación religiosa, le in-culcaron desde pequeño la fe. De hecho, su madre deseaba ser religiosa y al no cumplir con este anhelo, le ofreció uno de sus hijos al Señor para que lo siguiera y el Señor le tomó la palabra.

Anhelos

Desde pequeño,el Padre Moisés anhelaba ser maestro de Ciencias Naturales, para cumplir su sueño, primero se trasladó de su aldea a la comunidad de Orocuina y luego cursó algunos estudios en Choluteca. En ese momento, también crecía su intención de ser un sacerdote. Este último deseo se apagó por un momento, cuando le ofrecieron trabajar en la organización Nuestros Pequeños Hermanos. Él siendo bachiller, experimenta su sueño de ser maestro al enseñar a los niños y jóvenes de esta ONG. Allí trabajó dos años y luego es contratado por la Parroquia María Auxiliadora y los padres salesianos, para dedicar-se a la enseñanza. Es en este lugar que el deseo de ser presbítero vuelve a surgir, al conocer que se puede dar la enseñanza y el sacerdocio.

Vocación

Con la comunidad salesiana, el Padre Moisés decide iniciar un proceso de discernimiento, mientras llevaba de la mano su traba-jo y sus estudios de Ciencias Naturales en la Universidad Pedagógica Francisco Morazán. Después de dos años de acompañamiento voca-cional, cuando debe tomar una decisión para irse con los salesianos, desiste de la idea de seguir ese camino y opta iniciar un proceso con los sacerdotes diocesanos, quienes le piden otro año más de discernimiento. Al finalizar, es aceptado en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa.

Ministerio

Al salir del seminario, es enviado a una experiencia pastoral en Orica, en donde recibe posteriormente el diaconado y el sacerdocio, siendo esta su primera parroquia de misión. Luego fue nombrado administrador parroquial en Vallecillo y actualmente allí presta su servicio. También acompaña a la Pastoral de Movilidad Humana a nivel arquidiocesano.

De interés: Padre Miguel Castillo: Un camino vocacional de perseverancia y sacrificios

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