Un testigo que da esperanza en estos tiempos de sequía

San Isidro Labrador es un ejemplo de trabajo, fe y humildad. En estos tiempos de sequía, es importante acudir en su auxilio, pidiéndole a Dios por aquellos que más sufren

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El 15 de mayo celebramos a San Isidro labrador, patrono de los campesinos, agricultores y animales del mundo. La tradición de la Iglesia y, sobre todo, la devoción que se tiene a este varón de Dios, nos lleva a pedir su intercesión para que la lluvia pueda llegar y regar los campos, que tanto necesitan del vital líquido para ser fecundos.

Sequía

Una de las grandes realidades que se vive en la actualidad, principalmente por el cambio climático y la falta de cuidado que hemos tenido en la Casa Común, es atravesar duros momentos de sequía. Monseñor José Vicente Nácher, Arzobispo de Tegucigalpa, es consciente de esta realidad, al mencionar que “Estamos pasando unos días de sequía, cada mes de mayo, sabemos que es difícil pero este año es mucho más, es por ello que, nos sentimos muy cercanos, muy próximos a tantos campesinos y a tantas personas a quienes la carestía de agua y esta tremenda contaminación que estamos padeciendo está perjudicando mucho más todavía”.

En 2024, el fenómeno de “El Niño” se va a intensificar, reporta el Centro de Estudios Atmosféricos Oceanográficos y Sísmicos (CENAOS). Según datos que ha presentado este organismo gubernamental, la sequías serán mucho más fuertes y severas, pronosticando una disminución de casi un 70% las precipitaciones, sumado al aumento de las temperaturas, algo que, en esta semana, se ha estado reportando.

Causas

San Isidro nos enseña a esperar con humildad y libertad. A pesar de ser muy pobre, nunca perdió la esperanza y siempre confiaba en que Dios lo ayudaría. Ante esto, Wilfredo Cervantes, director ejecutivo de Cáritas Honduras, explica que muchas personas piensan que las emergencias causadas por fenómenos naturales son castigo o designio divino. “Es necesario reflexionar que los desastres no son naturales, sino el resultado de la combinación de los fenómenos naturales y las condiciones de exclusión y pobreza generadas por nuestras propias acciones; así mismo los efectos cada vez más fuertes de los fenómenos naturales se deben a la falta de conciencia de nosotros y nuestra falta de compromiso con el cuidado de la casa común”, dijo Cervantes. Como dice el papa Francisco, no existe una crisis social y una crisis ambiental por separado, a lo que nos enfrentamos es a una crisis socio ambiental. Es por ello que, el ejemplo de su vida nos hace reaccionar que, hace falta la fe, la humildad y el trabajo en nosotros mismos, así como la tenía San Isidro Labrador.

Testimonio

Dinora Servellón, es una ama de casa que se dedica a la agricultura. Es originaria de Lepaterique y con mucho esmero, es parte de las familias que, con el sudor de su frente, traen constantemente a la capital, las verduras, frutas y legumbres que se venden en los diferentes mercados capitalinos. Ella, recuerda como su abuelo, hace más de 60 años le enseñaba el valor de confiar en la intercesión de San Isidro Labrador. “Cuando uno hace algo con fe, le pedíamos mucho, le pedíamos lluvia y llovía, daba mucho fruto. Siempre nos da mucha abundancia y bendición. Cuando nos tocaba sembrar alguna de las semillas, siempre nos encomendábamos a San Isidro, con la confianza en que, esa planta daría mucho fruto”, puntualizó.

1 Inmigrante

San Isidro fue uno los inmigrantes y sufrió por un buen tiempo irse a vivir a un lugar nuevo, conocer a nadie y conseguir empleo. Al igual que San Isidro actualmente hay muchos agricultores y campesinos que migran a este país para encontrar nuevas oportunidades.

2 Caridad

El labrador, distribuía en tres partes su ganancia: una parte para el templo, otra para los pobres y otra para su familia. La generosidad de San Isidro nos debe inspirar a ayudar a los pobres y vulnerables, para construir sociedades con más justicia y paz.

3 Fe

San Isidro fue un hombre de fe recia y sencilla, saboreada en la oración diaria y cuidada y alimentada en la devoción ferviente al santísimo sacramento de la Eucaristía.

Un santo muy popular que ya era venerado antes de su canonización

El 19 de junio de 1622, Isidro, que en la memoria del pueblo ya era santo, fue canoniza- do por el Papa Gregorio XV, junto a Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Felipe Neri. En 1657 el arquitecto fray Diego de Madrid comenzó a levantar la capilla de San Isidro, aneja a la Iglesia de San Andrés, destinada a contener la urna del santo, cuyo traslado se produjo definitivamente en 1669. El 4 de febrero de 1789, Carlos III ordenó que la urna fuera instalada en el antiguo Colegio Imperial, que pasó a llamarse entonces Iglesia Real de San Isidro, y que luego sería la catedral de Madrid.

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