Una persona sencilla, alegre, servicial, sincera, cercana y confiable, son algunas de las características de Monseñor Miguel Lenihan, Obispo de la Diócesis de La Ceiba. Al celebrar la fiesta de San Isidro Labrador, patrono de esta Iglesia particular, es importante conocer a su obispo, un pastor con olor a oveja que, en medio de las dificultades, ha estado pendiente del rebaño herido por esta pandemia, sobre todo, teniendo la compañía de Nuestra Señora de Lourdes, patrona de los enfermos, a quien él guarda un especial afecto porque un 11 febrero, día en que se le conmemora, fue consagrado obispo.
Dolor
Esta crisis ha dejado mucho dolor en el mundo entero. Monseñor Lenihan confiesa que también le ha tocado sufrir por esta pandemia. Aunque él no se ha contagiado, muchos de los fieles de la diócesis sí y una gran cantidad de personas han perdido la vida. También perdió a un sacerdote a causa de esta enfermedad, el Padre Mario Adín Cruz. “Fue en medio de la pandemia, cuando no pudimos celebrar la Misa, pero si fui al cementerio para el entierro, acompañando a la familia” dijo. Este es un gesto que denota una de sus principales características como pastor, su cercanía con el pueblo de Dios y sus sacerdotes.
Cariño
Monseñor Miguel es muy querido por todos los fieles que peregrinan en los departamentos de Islas de la Bahía y Atlántida. Don Rolando Obando, colaborador del Semanario FIDES, lo define como “Un hombre lleno de amor, carismático, sencillo, que irradia una paz que los que estamos al lado de él podemos sentir la presencia de Dios por su forma de ser. A pesar de su edad, es incansable, a pesar de la pandemia, está en todos los eventos que se pueden participar”.
Apoyo
“A través de las diferentes celebraciones eucarísticas que se realizan de manera presencial o virtual, Monseñor Miguel trata de llegar con un mensaje de esperanza y de fe a cada una de las personas en este tiempo de pandemia” afirma Daniel López, director de San Isidro TV y agrega que “él siempre tiene para cada uno de sus fieles en este tiempo de pandemia, una palabra nueva, fresca pero que también tiene vigencia porque nos invita a cuidarnos, a estar siempre al pendiente de esta enfermedad que está afectando a nuestra Honduras y el mundo entero”.
Por su parte, el Presbítero Óscar del Cid, vicario de Pastoral de la Diócesis de Ceiba, indicó que son varios proyectos los que impulsa Monseñor Miguel en favor del pueblo de Dios. “Por su mismo carisma franciscano que lo ha consolidado a lo largo de su ministerio sacerdotal, hace dos años trató de poner como prioridad de la diócesis, la creación y organización en las parroquias de la Pastoral Familiar y desde esta perspectiva, él siempre tiene la mirada en las personas más frágiles. Contamos con dos asilos de ancianos y él es muy cercano al asilo de la Divina Providencia” mencionó el sacerdote.
El Padre Óscar dice que Monseñor Miguel es muy accesible con los grupos, las pastorales y movimientos. “Cuando ellos lo han invitado a participar y celebrar, el trata de estar muy presente, mandar un mensaje de esperanza y es muy receptivo, haciendo eco de los mensajes de la Conferencia Episcopal de Honduras, especialmente con los más vulnerables” puntualizó.
Consagración Episcopal y creación de la Diócesis de La Ceiba
Monseñor Miguel Lenihan fue consagrado obispo el 11 de febrero de 2012, memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes, patrona de los enfermos. La Misa de ese día fue presidida por el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez y había recibido el nombramiento del Papa Benedicto XVI.