La fundación chilena Canto Católico lanzó esta Salve Regina cantada nada menos que por 450 voces diferentes, de 33 países.
La idea de producir esta melodía nació cuando escucharon las palabras del Papa durante la Urbi et Orbi especial del 27 de marzo.
Para Francisco Val Jiménez de la Fundación chilena Canto Católico“Quisimos como hacer una invitación a todo el que quisiera unir su voz al Cielo, pero esta vez encomendándonos a la Santísima Virgen. Y por eso quisimos escoger este canto”.
La Salve Regina se atribuye a Bernardo de Claraval, y la melodía se compuso en el siglo XIII. Para esta versión, contaron con la solista Elena Marraccini. Explica que es una melodía aparentemente fácil, pero que ejecutarla sin quiebres, es técnicamente difícil.
Elena Marrccini es una de las cantantes y expresó “Porque es fácil, pero cuando uno quiere mantener un volumen de voz determinado en toda la línea, sin que se quiebre entre consonantes, vocales, sílabas y haciendo inflexiones leves, uniendo frases que no quería cortar, se hace complicado”.
No han querido hacer un vídeo bonito, sino transmitir un profundo mensaje, una respuesta al dolor y miedo actual de cientos de miles de personas en todo el mundo.
Jiménez dijo “Y queríamos también unirnos a ese sentimiento, transmitir eso, pero claro, un dolor que sólo se entiende desde la cruz. Y nosotros como cristianos le damos un sentido a ese dolor que va mucho más allá de Estamos sufriendo y lo estamos pasando mal. Es de poder dejarlo en las manos de Dios y volver la mirada a Él para que nos dé esperanza en este momento tan difícil”.
La solista Marraccini sostuvo “Fue impresionante. Llegué yo pensando solamente en mi parte, y luego cuando veo el video, porque te enfrentas al total, sin saber lo que pasa después y confiando y entregándote al resultado final, y fue como un choque: Wow, qué impresionante”.
Además de canciones como esta, la fundación “Canto Católico” tiene materiales muy interesantes sobre el papel de la música en la Iglesia, en su web y en su canal de YouTube. La idea es ayudar a que las personas se encuentren con Dios a través del canto. En la iglesia, o en las redes sociales.
